El jueves 3 de mayo, miles de fieles correntinos ratificaron la profunda devoción que siente el pueblo de esa provincia por la Cruz de los Milagros, símbolo de sus más profundas raíces cristianas. El arzobispo de Corrientes, monseñor Andrés Stanovnik OFMCap, presidió los actos litúrgicos, y ratificó la posición de los correntinos, a favor de la defensa de la vida y la familia y de los derechos de los niños, y uniéndose a los obispos argentinos, hizo alusión a la importancia de un profundo debate para la reforma del Código Civil.
El jueves 3 de mayo, miles de fieles correntinos ratificaron la profunda devoción que siente el pueblo de esa provincia por la Cruz de los Milagros, símbolo de sus más profundas raíces cristianas.
Funcionarios, estudiantes, padres, abuelos y niños, se unieron en la celebración, una de las más tradicionales, para rezar por el país y la provincia. El arzobispo de Corrientes, monseñor Andrés Stanovnik OFMCap, presidió los actos litúrgicos, y ratificó la posición de los correntinos, a favor de la defensa de la vida y la familia y de los derechos de los niños, y uniéndose a los obispos argentinos, hizo alusión a la importancia de un profundo debate para la reforma del Código Civil.
Monseñor Stanovnik y el arzobispo emérito de Corrientes, monseñor Domingo Salvador Castagna, presidieron la solemne procesión que se llevó a cabo con decenas de imágenes llevadas en andas por los fieles, y liderada por la Cruz de flores de los españoles.
Luego, la procesión llegó a la catedral, donde el pastor correntino presidió una misa, que fue transmitida en directo por diversas emisoras, entre ellas la del arzobispado y FM San Cayetano.
En la homilía, monseñor Stanovnik destacó que "de poco nos serviría celebrar la fiesta de la Cruz, si esta celebración no nos llevara a una profunda renovación de nuestra vida" y agregó que "si cada día nos detuviéramos sólo unos instantes a contemplar el misterio de amor que irradia este signo, cambiarían muchas cosas en nuestra vida individual y familiar, y mejoraría sustancialmente nuestra convivencia ciudadana".
El prelado hizo mención a la importancia de expresar, cotidianamente, con ejemplos de vida personal y comunitaria, la fe que se dice profesar y se refirió, al Año de la Fe, anunciado por el Santo Padre: "La fe exige la responsabilidad social de lo que se cree".
"La reforma del Código Civil ?dijo- es un momento de gran trascendencia, que requiere madura reflexión y amplia participación federal sobre temas que afectarán en forma directa la vida cotidiana de todos los argentinos".
El pastor correntino llamó a ser conscientes de "la necesidad del reconocimiento del comienzo de la vida humana desde la concepción y su necesaria protección jurídica. En segundo lugar, la valoración de la familia fundada sobre el matrimonio, como relación estable del varón y la mujer y ámbito primero en la educación de los niños".
Como conclusión, monseñor Stanovnik manifestó que "la familia es una realidad con profundas raíces en el pueblo argentino y a lo largo de todo el país. Ella es una institución que por su riqueza e historia es un bien que es garantía para la sociedad. Y en tercer lugar, adquieren un lugar destacado y de grave responsabilidad jurídica los derechos del niño, sea respecto de su vida e identidad, como el justo conocimiento de sus derechos de filiación, paternidad y maternidad". +
Texto completo de la homilía