Los jóvenes cubanos celebran su segunda JNJ con el aliento del Papa

  • 2 de agosto, 2019
  • La Habana (Cuba)
"Los animo a que siguiendo con decisión el ejemplo de la Virgen María, experimenten el júbilo de haber encontrado a Jesucristo y estén dispuestos a dejarse transformar en discípulos misioneros", alentó el papa Francisco en el mensaje, enviado a través del Secretario de Estado, cardenal Pietro Parolín a los jóvenes cubanos con ocasión de la II Jornada Nacional de la Juventud (JNJ) que se inició 1 de agosto, hasta el 4 de agosto.
"Los animo a que siguiendo con decisión el ejemplo de la Virgen María, experimenten el júbilo de haber encontrado a Jesucristo y estén dispuestos a dejarse transformar en discípulos misioneros", alentó el papa Francisco en el mensaje, enviado a través del Secretario de Estado, cardenal Pietro Parolín a los jóvenes cubanos con ocasión de la II Jornada Nacional de la Juventud (JNJ) que se inició, 1 de agosto, hasta el 4 de agosto. Además de saludar con afecto a los organizadores y participantes, el pontífice les deseó que "experimenten el júbilo de haber encontrado a Jesucristo y, como testigos de su resurrección, estén dispuestos a dejarse transformar en discípulos misioneros, para que muchos jóvenes puedan descubrir la presencia del Señor Jesús, escuchar su llamada, crecer en su amistad y llevar así una existencia fundada en su fidelidad y misericordia". El Papa rogó a Dios, por intercesión de la Santísima Virgen de la Caridad del Cobre que "proteja con su amor infinito a todos los cubanos, acompañándolos en todos los momentos de su vida, y les imparte con alegría la implorada bendición apostólica como símbolo de copiosas gracias divinas". La JNJ cubana, que se celebra con el tema "He aquí la sierva del Señor, hágase en mí según tu Palabra", sufrió cambio de planes en los últimos días en su programa. Por un lado, las celebraciones de la JNJ, previstas en sus inicios en Santiago de Cuba, y que habría contado con la fervorosa peregrinación hasta el Santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre, patrona de Cuba, tal como informó el arzobispo de La Habana, monseñor García Ibáñez, "la cambiante situación económica, la inseguridad en los servicios y el alto costo de los mismos", se debió reorientar la organización de la JNJ, con la realización de una celebración en cada diócesis, en lugar de un único y masivo encuentro que habría debido prever el traslado de los jóvenes". Y por otra parte, la decisión del gobierno de Cuba, de "no autorizar ningún acto celebrativo fuera de los templos durante la II JNJ en ninguna de las nuevas sedes, exceptuando Santiago de Cuba". Monseñor García Ibáñez lamentó, haciéndose eco de todos los obispos, que de este modo quedasen suspendidos "la celebración pública del viacrucis y de la peregrinación a un santuario mariano que se iba a realizar en el programa de la JNJ en cada diócesis y para lo cual ya se habían realizado con antelación los trámites requeridos". "Es natural la inicial frustración ante una medida que no se comprende, pero sabemos por experiencia que también en la vida espiritual y en la vida cristiana, las dificultades y obstáculos siempre estarán presentes. Ante esta realidad, el Señor Jesús nos enseñó que del camino de la Cruz surge la Esperanza. Él se nos adelantó y nos dio el ejemplo, cargándola por nuestros desalientos e infidelidades. El triunfo es del Resucitado", aseguró el arzobispo de La Habana en un mensaje a los jóvenes. "Estas situaciones ? añadió ? inesperadas y no deseadas, nos han llevado a empeñarnos aún más en el logro de los objetivos iniciales y a descubrir la presencia de Dios en los acontecimientos". De hecho el obispo constató que "ya se han producido frutos abundantes". "La experiencia vivida -dijo- nos reafirma que los actos no son lo más importante", pues "éstos pueden fallar". "Lo importante es el proceso realizado y el logro de los objetivos propuestos". Es decir, "lo esencial", enfatizó. Asimismo el prelado destacó que esta situación ayudó a descubrir las "propias capacidades y carencias", así como "la creatividad para saber sortear las dificultades pasando por encima de ellas", sin dejarse "aplastar por las mismas". También "la capacidad de trabajar en equipo, de integrar a grupos y personas muy diferentes entre sí; la toma colegiada de decisiones y el compromiso con las mismas y, así, muchas otras", enunció el obispo. En el final del mensaje sugirió que en cada una de las celebraciones de esta II JNJ "se tenga en cuenta a las otras diócesis pidiendo por ellas, especialmente por los jóvenes que, unidos en un mismo espíritu, pero en la distancia, están también celebrando la alegría de ser jóvenes discípulos del Señor".+