Mons. Han Lim Moon: Una alegría desbordante que no podremos callar

  • 23 de julio, 2019
  • San Martín (Buenos Aires)
"Al recibirlo naturalmente surgirá en nosotros el deseo de servirlo a Él y compartir con los demás hermanos su Persona y su amor porque tendremos alegría desbordante que no podremos callar", expresó el obispo auxiliar de San Martín monseñor Han Lim Moon, en su homilía del domingo 21 de julio, al ilustrar el Evangelio de la visita de Jesús a Marta y María.
"Al recibirlo naturalmente surgirá en nosotros el deseo de servirlo a Él y compartir con los demás hermanos su Persona y su amor porque tendremos alegría desbordante que no podremos callar", expresó el obispo auxiliar de San Martín, monseñor Han Lim Moon, en su homilía del domingo 21 de julio, al ilustrar el Evangelio de la visita de Jesús a Marta y María. Las hermanas tuvieron dos actitudes complementarias, según describió el prelado: "Marta expresó su cariño y hospitalidad recibiendo al Señor y posiblemente a sus doce apóstoles haciéndolos sentir cómodos y preparándoles la mejor comida"; mientras que "María, atendió a Jesús sencillamente escuchando con atención la Buena Noticia". María intuyó lo que Jesús necesitaba para ese momento: "Si bien quería descansar, deseaba mucho más compartir la Buena Noticia de su entrega por amor a los hombres. Su máxima felicidad estaba más en ser escuchado y recibido que en los servicios, sin desmerecerlos". Por este motivo, "escucharlo también se convierte en nuestra prioridad", advirtió monseñor Moon. Pero luego, Jesús duplica el compromiso: ahora no será simplemente escuchar sus palabras como lecciones, "sino aceptar su entrega e incorporar en nuestro corazón toda su Persona hecha Palabra". Cuando lo hagamos, "es muy probable que también nosotros queramos entregarnos por entero a Jesús", como un abrazo entre un padre y un hijo, indicó el obispo: "El papá abraza en forma completa, en cambio, el niño en forma parcial porque sus bracitos son cortos. Pero igualmente ese abrazo significa para los dos la entrega mutua y aceptación completa. Y así se forma la plena comunión entre los dos". Cuando se da la comunión con el Señor, "Él comienza a transmitirnos toda su riqueza: la sanación, amor, embellecimiento por medio de las virtudes", explicó monseñor Moon. Por eso, cuando Jesús dijo que María eligió "la mejor parte", se refería a que "ella al recibirlo en su interior entró en profunda comunión con Él. Así Jesús expresa su deseo prioritario de ser recibido en nuestro corazón y en nuestra vida". "Al recibirlo naturalmente surgirá en nosotros el deseo de servirlo a Él y compartir con los demás hermanos su Persona y su amor porque tendremos alegría desbordante que no podremos callar", agregó. Y explicó que ambas actitudes se complementan "por medio del servicio al Señor, en los demás hermanos pero que surge de haberlo escuchado primero y de la comunión profunda con Él". Al concluir, monseñor Han Lim Moon puso el ejemplo de la Virgen María "el modelo más perfecto de la unión de estas dos actitudes", y animó a la comunidad a imitar esta actitud: "¡María te acompañará fielmente como lo hizo con su Hijo, nuestro Señor!".+