Una bendición especial para los trabajadores en su día

  • 3 de mayo, 2012
  • Río Gallegos (Santa Cruz)
En un mensaje por el Día del Trabajador, monseñor Miguel Ángel D?Annibale, administrador apostólico de Río Gallegos, y el Equipo diocesano de Pastoral Social, pidieron a "Jesucristo Resucitado, que trabajó con sus manos mientras vivía en Nazaret, que bendiga a todos los trabajadores en su día, a los que tienen trabajo, a los que esperan por tenerlo, especialmente a los jóvenes que necesitan trabajar, sabiendo que el trabajo es fuente de humanización y también un eje recuperador para una vida digna".
"Hoy, en el día del trabajador, recordamos a quienes murieron injustamente por reclamar derechos laborales. Se dio en un contexto que sometía a las personas a jornadas de trabajo de 12, 14 y hasta 16 horas, dando como resultado ?mano de obra barata?, migrantes mal pagos, mujeres extenuadas y niños sin descanso", recordaron monseñor Miguel Ángel D?Annibale, administrador apostólico de Río Gallegos, y el Equipo Diocesano de Pastoral Social, en un mensaje por el Día del Trabajador. "La Iglesia, a través de su enseñanza, siempre ha expresado que se le debe dar primacía al trabajo por sobre el capital, y por consiguiente, una primacía a las personas por sobre las cosas. Por eso los trabajadores no deben ser concebidos como meros objetos de producción sino como sujetos creativos y eficientes del trabajo, obteniendo una justa remuneración por lo que hacen", sostuvieron. Tras asegurar que "el trabajo debe servir para humanizar a cada uno y a la sociedad", invitaron en este día de reflexión a "comprender las circunstancias que viven quienes no tienen trabajo y a insistir para que los jóvenes accedan a la necesaria y vital experiencia laboral". Asimismo, propusieron "a quienes formamos la sociedad a que sigamos comprometidos en mantener las fuentes de trabajo que atraen a tantos migrantes a esta Patagonia Austral, para seguir así aportando a la reconstrucción de la cultura del trabajo", y expresaron el deseo de que se sostenga la defensa clara de la dignidad de los trabajadores". Por último, pidieron a "Jesucristo Resucitado, que trabajó con sus manos mientras vivía en Nazaret, que bendiga a todos los trabajadores en su día, a los que tienen trabajo, a los que esperan por tenerlo, especialmente a los jóvenes que necesitan trabajar, sabiendo que el trabajo es fuente de humanización y también un eje recuperador para una vida digna".+