"Hoy son luz y vida": recordaron a los palotinos de la Masacre de San Patricio

  • 5 de julio, 2019
  • Buenos Aires (AICA)
Como cada 4 de julio, la comunidad parroquial de San Patricio, en el barrio porteño de Villa Urquiza, recordó con una misa a los religiosos palotinos asesinados durante el último gobierno militar, a 43 años de la llamada "Masacre de San Patricio".
La comunidad palotina se congregó este 4 de julio en la parroquia San Patricio, del barrio porteño de Villa Urquiza, a 43 años de la masacre que terminó con la vida de los padres Alfredo Leaden, Alfie Kelly, Pedro Duffau, y los seminaristas Emilio Barletti y Salvador Barbeito. La celebración fue presidida por el párroco, padre Pablo Bocca SAC, y concelebrada por religiosos palotinos de distintas ciudades argentinas y provenientes del Uruguay. Un gran número de fieles acompañaron la misa en memoria de quienes consideran "mártires", por ser testigos de Cristo. La misa contó con la presencia de la comunidad de la capilla Nuestra Señora de Itatí, de la parroquia San Juan Bosco, perteneciente a la diócesis de San Martín, donde un grupo de jóvenes de San Patricio colabora cada sábado con el apoyo escolar de los niños de la comunidad. Junto con las ofrendas del pan y el vino, acercaron al altar una imagen de la Virgen de Itatí. El espacio de la homilía fue cedido al equipo que trabaja en la causa de canonización de los cinco palotinos, para que pudieran explicar a la comunidad los pasos en este camino a los altares. Luego de recordar detalles de la vida de los cinco, destacaron el ejemplo de quienes "siguieron la voluntad de Dios y no a los poderosos del momento". El padre Juan Sebastián Velasco SAC, postulador de la causa, destacó la devoción del Pueblo, que con su fe intuye la santidad incluso antes que avance el proceso canónico. "El pueblo fiel es el que trabaja en las diferentes misiones, inspirado por lo que ellos hacían", señaló. "Fueron cinco, que fueron elegidos, y para nosotros ese signo martirial es luz y vida. Por eso, cinco luces. Y por eso el hecho de tener lo que para nosotros es el signo martirial: no dudamos que la alfombra donde murieron fue la cruz, fue la entrega martirial", aseguró, señalando el paño rojo que cubrió el altar durante la celebración, donde pueden verse las marcas de los proyectiles de aquella noche tan oscura para la comunidad. Antes de finalizar la celebración, el presbítero Francisco Oliveira agradeció a la comunidad palotina por la "Casita de Pedro Duffau", un hogar transitorio que lleva el nombre de uno de los sacerdotes asesinados, y que abriga a una familia de ocho integrantes de la Isla Maciel. Además, el sacerdote anunció que en la isla será plantado un manzano en memoria de los cinco, que no fueron "manzanas podridas", como fue escuchado decir de sus asesinos, sino manzanas que "hoy son luz y vida".+