Mons. Santiago: "El camino del hombre es amar hasta dar la vida por los demás"

  • 12 de mayo, 2019
  • San Nicolás (Buenos Aires)
En el cuarto domingo de Pascua, el obispo de San Nicolás de los Arroyos, monseñor Hugo Santiago, reflexionó sobre el Evangelio de Jesús Buen Pastor. "Dios, en el amor, nos primereó", afirmó el prelado.
En una nueva entrega de sus reflexiones sobre el Evangelio, el obispo de San Nicolás de los Arroyos, monseñor Hugo Santiago, se refirió al Evangelio de Jesús Buen Pastor. "El domingo pasado Jesús le preguntaba a Pedro sobre su capacidad de amistad y de amor gratuito, como lo único que le interesaba, indicándole con ello el corazón de la religión, es decir de lo que pretende Dios en la relación con el hombre", recordó monseñor Santiago. "Jesús muestra, primero con su vida y luego explica con sus palabras, que en la relación del hombre con Dios, el que ha amado primero es Jesucristo", señaló. "Con el neologismo que utiliza el papa Francisco, diríamos: ?Dios nos ha primereado en el amor?", consideró el obispo. "Una parte del Evangelio de este domingo, dice: ?Yo soy el Buen Pastor; conozco a mis ovejas y mis ovejas me conocen a mí?", citó. En ese sentido, explicó: "La palabra ?conocimiento? en la Biblia, significa: ?amor en el marco de una alianza?. En nuestra alianza de amistad Dios nos ama primero. De hecho, Jesús lo anuncia antes de cumplirlo: ?Nadie tiene más amor que el que da la vida por sus amigos?, y dio la vida para salvarnos del pecado, para cambiarnos el corazón de piedra en un corazón de carne capaz de amar", destacó. "Sabemos también que el costo de nuestra salvación ha sido durísimo para Jesús: entregar su vida en medio de torturas indecibles", reconoció. "No hay mayor amor que dar la vida" sostuvo. "Claro, más allá de dar la vida no se puede ir, es lo máximo que podemos hacer por los demás, y tal vez es más cotidiano de lo que creemos, porque Dios nos ha capacitado para amar mucho", advirtió. "Recuerdo un matrimonio amigo que tenía un hijo ?especial?. Se olvidaban de ellos mismos por ese hijo que requería cuidados continuos porque a menudo tenía convulsiones. Para mí era paradójico, porque cuando los visitaba, a menudo los veía cansados pero siempre alegres; es paradójico pero el amor da alegría; sobre todo el amor de entrega, el amor hasta dar la vida", destacó. "Dicen que la alegría es el ?beso de Dios? para indicarnos que acertamos el camino. Sí, el camino del hombre es el amor de amistad, el camino del hombre es amar hasta dar la vida por los demás", aseguró. "Siempre tendremos alguien a quien amar; en nuestro camino siempre se cruzará alguien que necesitará de nosotros desafiándonos, planteándonos la disyuntiva de ?cuidarnos a nosotros mismos? o ?cuidar a los demás?", añadió. "A menudo decimos a los amigos: ?cuidate?; no está mal; pero sería mejor desearles y decirles: ?cuidá a los que Dios te confió?. Este es el camino de la alegría, este es el clima que Dios nos pidió crear para hacer a este mundo más habitable y a la vida más digna de vivir", concluyó.+