La arquidiócesis de Córdoba celebra la beatificación de los Mártires Riojanos que se realizará en la ciudad de La Rioja el próximo 27 de abril. Por este motivo, se prepara con distintas actividades, que invitan a la comunidad diocesana a recordar la vida de cada uno de ellos, especialmente las de monseñor Enrique Angelelli y el sacerdote Carlos Murias, oriundos de la provincia de Córdoba.
A poco más de un mes de la beatificación de los Mártires Riojanos que se celebrará en la ciudad de La Rioja el próximo 27 de abril, la arquidiócesis de Córdoba celebrará tres misas para recordar sus vidas, especialmente las de monseñor Enrique Angelelli y el sacerdote Carlos Murias, oriundos de la provincia de Córdoba.
Los obispos cordobeses alentaron a los fieles a "vivir intensamente la gracia de la beatificación", acudiendo a las celebraciones propuestas: dos durante el mes de marzo, y otras dos en mayo.
El martes 19 de marzo, a las 19, se celebrará una misa en la parroquia San José (Caseros 3035), del barrio Alto Alberdi, presidida por
monseñor Pedro Torres, obispo auxiliar de Córdoba. En dicha comunidad, monseñor Angelelli comenzó su ministerio sacerdotal en 1951.
El domingo 31 de marzo, a las 11, habrá otra misa en Villa Eucarística (Madre Sacramento 1252 ? Camino San Carlos), que presidirá el arzobispo de Córdoba,
monseñor Carlos José Ñáñez. Monseñor Angelelli inició allí sus estudios, y recibió los sacramentos de la Comunión y la Confirmación.
El sábado 4 de mayo la arquidiócesis llevará a cabo un "Encuentro Festivo Popular", desde las 17, en la casa de las Concepcionistas Argentinas, ubicada en la calle Castro Barros 1316, de la ciudad de Córodoba. El domingo 5 de mayo, habrá una celebración Eucarística, presidida por monseñor Ñáñez, en la iglesia Corazón de María, donde monseñor Angelelli fue bautizado. La cita es a las 19 en la calle Antonio del Viso 485, ciudad de Córdoba.
[img]http://www.aica.org/subidas/5351.jpg[/img]
Los obispos cordobeses expresaron: "Su sangre fue derramada por fidelidad al Evangelio. En medio de una de las noches más oscuras en la vida de nuestra Patria, el amor a Cristo los llevó a estar junto a los más pobres. Eligieron ser hermanos cuando algunos preferían volverse enemigos. Su amor a los pobres y su identificación con Cristo humillado, paciente y manso en medio de una creciente espiral de violencia, constituyen un elocuente mensaje para vivir el hoy de nuestra fe y responsabilidad en la construcción de la sociedad".+