Mons. Auza: La brecha entre ricos y pobres sigue creciendo

  • 15 de febrero, 2019
  • Ginebra (Naciones Unidas) (AICA)
"Los niveles de desigualdad entre países ha crecido en muchas regiones del mundo. Muchos estudios muestran que la brecha entre los países muy ricos y los pobres continua creciendo", advirtió el arzobispo Bernardito Auza, observador permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas intervino en el 57º período de sesiones de la Comisión de Desarrollo Social.
El arzobispo Bernardito Auza, observador permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas intervino en el 57º período de sesiones de la Comisión de Desarrollo Social con el tema: "Abordar las desigualdades y los desafíos para la inclusión social mediante políticas fiscales, salariales y de protección social". El diplomático vaticano advirtió que "los niveles de desigualdad entre países ha crecido en muchas regiones del mundo. Muchos estudios muestran que la brecha entre los países muy ricos y los pobres continua creciendo". "Una mayor desigualdad de ingresos disminuye la movilidad económica intergeneracional e impacta el crecimiento económico en la reducción de la pobreza. También socava la cohesión social y la confianza en los sistemas sociopolíticos, hecho que conduce a una desconexión entre los gobernantes y los ciudadanos, generando inseguridad e incertidumbre sobre el futuro", sostuvo. Citando el discurso del papa Francisco al Cuerpo Diplomático acreditado ante la Santa Sede, el nuncio recordó: "Los jóvenes son nuestro futuro y la tarea de la política es allanar el camino para el futuro". Asimismo, indicó que el Santo Padre instó a los gobiernos a crear perspectivas seguras para el futuro de los jóvenes, invirtiendo en iniciativas que puedan ayudarles a forjar su futuro permitiéndoles tener empleo y atender las necesidades de sus familias. El arzobispo Auza ratificó que posición vaticana: "La Santa Sede no puede dejar de insistir en que la educación inclusiva de calidad, en particular para los niños y los jóvenes en situaciones socioeconómicas desfavorecidas, es un instrumento fundamental para reducir las desigualdades y un factor que dinamiza la movilidad socioeconómica y equitativa de las personas y de familias enteras. La promoción del futuro de los jóvenes debe incluir la inversión en la familia". "Las políticas basadas en la familia, como el apoyo a la infancia y a la familia, las políticas fiscales favorables a la familia y los programas de protección social, son inversiones que catalizan a la familia para contribuir a la formación de las generaciones futuras y a la atención de los miembros más vulnerables de nuestra sociedad", añadió. El diplomático consideró que "es fundamental reconocer la gran contribución que las mujeres al desarrollo y garantizar una mayor igualdad entre las mujeres y los hombres, que incluya igual retribución por un mismo trabajo y la equidad en la carrera profesional, así como la protección de las madres" y volvió a citar al Papa. "Otro mundo es posible", exclamó Francisco durante la Jornada Mundial de la Juventud, celebrada recientemente en Panamá. "Nos insta a que asumiéramos nuestra responsabilidad en su construcción, para que así fuera, dijo, ?nuestros sueños no son efímeros o etéreos, pero pueden promover un contrato social en el que todo el mundo tenga la oportunidad de soñar con un mañana?". "Para que esos sueños sean realidad, es necesario abordar las desigualdades y los desafíos de la inclusión social. Esta Comisión es un paso esperanzador en esa dirección", concluyó el diplomático.+