Se celebró la misa de clausura de la misión juvenil arquidiocesana que los jóvenes de La Plata realizaron entre el viernes 1º y el domingo 10 de febrero. Monseñor Víctor Manuel Fernández, arzobispo de La Plata, presidió la Eucaristía en la parroquia San Francisco, de la localidad de Berisso, celebrando el entusiasmo de los jóvenes, y los envió en una "misión permanente".
El domingo 10 de febrero por la mañana, se celebró la misa de clausura de la misión juvenil arquidiocesana que los jóvenes de La Plata realizaron desde el viernes 1º de febrero.
Monseñor Víctor Manuel Fernández, arzobispo de La Plata, presidió la Eucaristía en la parroquia San Francisco, de la localidad de Berisso, celebrando el entusiasmo de los jóvenes, y los envió en una "misión permanente".
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Asimismo, el arzobispo les recordó a los jóvenes que la misión representa la primera línea de evangelización de la arquidiócesis de La Plata. También les habló sobre el Kerygma, y ahondó en la importancia de llevarlo a los hogares "porque la gente está esperando ese anuncio, aunque no lo diga".
"En ese anuncio, lo primero es hablar del amor que Dios tiene por cada persona, amor incondicional e inquebrantable. Luego viene el mensaje de un Cristo que salva, que abre los brazos en la Cruz, y que nos salva también hoy", señaló el arzobispo, quien finalmente expresó: "Él vive y entonces podemos hablar con Él, reconocerlo a nuestro lado siempre y salir adelante".
La misión juvenil arquidiocesana se realizó en barrios vulnerables de la arquidiócesis, principalmente en la localidad de Berisso.+