Cristianos y musulmanes aguardan con alegría la visita del Papa

  • 30 de enero, 2019
  • Abu Dabi (Emiratos Árabes) (AICA)
Los cristianos de los Emiratos Árabes Unidos (EAU) se preparan con "alegría y esperanza" para la visita del papa Francisco, -del 3 al 5 de febrero-, un acontecimiento que "contribuirá" a "construir puentes". Para el casi millón de fieles que vive en el país y que representa el 10% de la población en una realidad mayoritariamente musulmana sunita, la presencia del pontífice constituirá una "piedra angular" en el diálogo entre religiones y para el desarrollo de la comunidad local.
Los cristianos de los Emiratos Árabes Unidos (EAU) se preparan con "alegría y esperanza" para la visita del papa Francisco, -del 3 al 5 de febrero-, un acontecimiento que "contribuirá" a "construir puentes". Para el casi millón de fieles que vive en el país y que representa el 10% de la población en una realidad mayoritariamente musulmana sunita, la presencia del pontífice constituirá una "piedra angular" en el diálogo entre religiones y para el desarrollo de la comunidad local. El pontífice visitará Abu Dabi para participar en el encuentro inter-religioso internacional sobre la "Fraternidad Humana". Por primera vez, un Papa viaja a la Península Árabe, por invitación del jeque Mohammed bin Zayed Al Nahyan y de la Iglesia católica local. Emiratos es una de las pocas naciones del Oriente Medio que puede jactarse de gozar de una cierta estabilidad, aunque no carece de aspectos "oscuros", como son su involucramiento en la guerra de Yemen y los casos de represión interna. Es cuanto subraya a AsiaNews, monseñor Paul Hinder, vicario apostólico de Arabia meridional (Emiratos Árabes Unidos, Omán y Yemen), en vísperas de la visita papal. "La presencia del Papa es fuente de aliento también para cuantos, entre nosotros, trabajan en modo duro y viven en una condición social menos acomodada. Francisco -subrayó el vicario de Arabia- tiene mucho interés en esta realidad, viene también por ellos y los alienta y estamos ansiosos de su palabra". "El pontífice ?agregó monseñor Hinder- no tiene miedo de cruzar las fronteras y acercarse a los otros, mirando "in primis" al ser humano: no se detiene delante de ideologías, credos o etnias. Este es el aspecto más importante". En los Emiratos se respira "un clima bellísimo" y la visita del pontífice se la "esperaba desde hace tiempo, ya hace un año que hablábamos de esta posibilidad", muchos cristianos y musulmanes decían "esperemos que venga". Dicho esto "es bello observar toda esta atención, también por parte de los medios musulmanes". Monseñor Hinder desea que "la visita del Papa sea un influjo positivo sobre la región. Francisco goza de mucha estima entre los fieles del islam y su presencia en los Emiratos es motivo de orgullo. Esta tendrá también una característica importante para el diálogo interreligioso y la esperanza es que pueda de alguna manera servir para allanar los conflictos que ensangrientan la región". La suya es una "palabra de paz" que puede producir efectos positivos en los conflictos abiertos: Irak, Irán, Siria, Yemen y en todo Medio Oriente. "Los Emiratos -agregó- podrían ser un ejemplo para los otros". Se suma a esta perspectiva la opinión del padre Bishoy, párroco de la catedral de San Antonio, en Abu Dabi, quien subrayó que la visita papal es el "coronamiento" de la política de "tolerancia" de los Emiratos, que representa "un ejemplo" para el mundo. Un viaje que constituye un "mensaje de paz y de progreso" a la vez que una respuesta rotunda a cuantos promueven "el fanatismo y el extremismo". Francisco, un constructor de puentes Desde el gobierno de los EAU, el que opinó sobre la visita papal fue el ministro de la Tolerancia, Sheikh Nahyan Ben Mubarak Al Nahyan, quien subrayó que el Papa es considerado como "un constructor de puentes". Una definición retomada también por el mensaje preparatorio a la visita, junto a la oración franciscana "haz de mí un instrumento de paz". El ministro alude al "bello mosaico" formado por rasgos diferentes entre sí, ya sea "por religión, cultura u otros comportamientos". Su deseo a futuro es que el encuentro interreligioso con Francisco pueda concluirse con una declaración conjunta final, que funcione como una hoja de ruta entre los distintos credos "para que trabajen con el objetivo de crear un mundo mejor". Y concluye diciendo que "este es el mensaje más fuerte que podemos enviar a cuantos tratan de dividirnos, a aquellos que crean desconfianza entre nosotros". +