Los misioneros contagian su fe en Nueve de Julio
- 18 de enero, 2019
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Nueve de Julio (Buenos Aires) (AICA)
Numerosos grupos misioneros recorren por estos días las zonas rurales y urbanas de la diócesis de Nueve de Julio para llevar su presencia y el mensaje del Evangelio. Hay misioneros de la arquidiócesis de Buenos Aires y otros pertenecientes a movimientos y asociaciones como el Movimiento de la Palabra y el grupo universitario Cardenal Pironio, de Nueve de Julio.
Con su presencia y un testimonio de fe joven, diversos grupos misioneros recorren la diócesis de Nueve de Julio desde la semana previa a la Navidad y durante las vacaciones de verano.
Muchos de ellos provienen de parroquias de la arquidiócesis de Buenos Aires y de otros movimientos y asociaciones católicos como el "Movimiento de la Palabra" y el grupo universitario "Cardenal Pironio", originario de nuestra diócesis.
Los grupos recorren las capillas y parroquias de los 17 distritos que conforman la diócesis de Nueve de Julio con el fin de proponer el Evangelio y dar testimonio de su propia fe.
La actividad más visible de estas misiones son las visitas a los hogares donde suele darse un diálogo fructífero, aún con personas de otros credos o no creyentes, ocasiones que muchas veces establecen vínculos personales muy profundos y perdurables.
Además, los grupos juveniles realizan una variada y diversa gama de actividades durante su estadía en las diferentes comunidades: visita a los ancianos y a los enfermos, actividades recreativas y catequesis con los niños, encuentros de formación cristiana para adultos, formación de grupos de oración, rezo del rosario, procesiones, entre otros. A ello se suma la celebración diaria de la misa que suele realizarse en plazas, escuelas, garajes o alguna casa, y las bendiciones a los hogares.
Esta intensa tarea pastoral es coordinada y liderada por laicos, y acompañada por los sacerdotes y por el obispo diocesano, monseñor Ariel Torrado Mosconi que impulsa y acompaña a los misioneros visitando las localidades, celebrando la misa y compartiendo charlas, comidas y momentos de oración.
Con entusiasmo y generosidad manifiesta, los jóvenes realizan esta tarea pastoral, en la que se destaca el esfuerzo, ya que el trabajo no se limita a la semana de la misión sino que se despliega a lo largo del año, tiempo durante el que se preparan con reuniones de oración, estudio y organización de actividades para recaudar fondos.
En tiempos de escepticismos y de profundas crisis morales, la Iglesia diocesana bendijo y agradeció a Dios por estos jóvenes, verdadera promesa de futuro del cristianismo.+