Mons. Colombo destacó las posibilidades de la política para construir la paz

  • 31 de diciembre, 2018
  • Mendoza (AICA)
El arzobispo de Mendoza, monseñor Marcelo Daniel Colombo, destacó las posibilidades de la política para construir y conservar la paz, al sugerir una lectura atenta del mensaje del papa Francisco para la Jornada Mundial de la Paz, del 1º de enero de 2019, que lleva por lema "La buena política está al servicio de la paz".
El arzobispo de Mendoza, monseñor Marcelo Daniel Colombo, reflexionó sobre el mensaje del papa Francisco para la Jornada Mundial de la Paz, del 1º de enero de 2019, que lleva por lema "La buena política está al servicio de la paz" y en el que el pontífice insiste en las posibilidades de la política para construir y conservar la paz. "La Doctrina Social de la Iglesia no es un cuerpo de conceptos inertes sin capacidad para animar la transformación de la realidad de hombres y pueblos según el proyecto del Señor", recordó, y enumeró los "vicios" que el pontífice considera que debilitan y destruyen a la política: la corrupción, la tendencia a perpetuarse en el poder, la xenofobia y el racismo, y el rechazo al cuidado de la Tierra. El prelado afirmó "que, en cambio, en la buena política hay lugar para todos, especialmente para los jóvenes, para las minorías, para los migrantes, para el otro, que no es mi enemigo, sino alguien con quien debo confrontar sanamente mi parecer a través del diálogo racional y la búsqueda sincera de la paz". Monseñor Colombo animó a la comunidad diocesana a leer este mensaje papal, pero advirtió: "Ciertamente no se trata de un texto que descienda a particulares partidarios y puntos de vista parciales, sino de una propuesta nacida como les decía, de la experiencia plurisecular de la Iglesia que, iluminada por el Evangelio, quiere hacer llegar su voz a los corazones de los hombres". "En esta mirada de conjunto tan actualizada como concreta, hay un camino para nuestra propia convivencia nacional de cara a las elecciones que tendrán lugar el año próximo. La nobleza de estas indicaciones necesita de oídos atentos y de corazones dóciles a la llamada de Dios a construir una sociedad más justa y más fraterna. Lejos de ahondar en divisiones y fracturas sociales, los cristianos buscamos el don supremo de la paz que no puede supeditarse a imposiciones ni exclusiones de ningún tipo. Todos estamos convocados desde nuestros distintos lugares, a construir la paz", concluyó.+