Cristianos y budistas: Educar en la justicia y la paz

  • 5 de abril, 2012
  • Ciudad del Vaticano
El Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso envió un mensaje a los budistas con motivo de la fiesta de Vesakh, que conmemora los principales acontecimientos de la vida de Buda. En el texto se expresa la dedicación y el esfuerzo de cristianos y budistas para educar a las jóvenes generaciones en la justicia y la paz a través del diálogo interreligioso.
El Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso envió un mensaje a los budistas con motivo de la fiesta de Vesakh, que conmemora los principales acontecimientos de la vida de Buda. En el texto se expresa la dedicación y el esfuerzo de cristianos y budistas para educar a las jóvenes generaciones en la justicia y la paz a través del diálogo interreligioso. La fiesta se celebra en diferentes fechas: el 8 de abril en Japón; el 5 de mayo en Sri Lanka, Singapur, Malasia, Birmania, Camboya y Laos; el 6 de mayo en la India, Nepal, Pakistán e Indonesia; el 28 de mayo en Corea del Sur, Taiwán, Vietnam, Tibet, China, Hong Kong y Macao y el 4 de junio en Tailandia. En el mensaje se pone de relieve cómo en la actualidad "en las aulas de todo el mundo, estudiantes que pertenecen a distintas religiones y creencias se sientan juntos, aprendiendo unos con otros y unos de otros. Esta diversidad da lugar a retos y enciende una reflexión más profunda acerca de la necesidad de educar a los jóvenes a respetar y comprender las creencias y prácticas religiosas de los demás, de crecer en el conocimiento de las suyas, de avanzar juntos como seres humanos responsables y de estar dispuestos a trabajar codo con codo con personas de otras religiones para solucionar conflictos y promover la amistad, la justicia, la paz y el desarrollo humano auténtico". Haciéndose eco de los pensamientos del papa Benedicto XVI, el mensaje subraya cómo "la educación verdadera puede fundamentar una apertura a la trascendencia como también a los que están a nuestro alrededor. Donde hay una educación real, existe una oportunidad para el diálogo, para la interrelacionalidad y para la escucha receptiva del otro". Los jóvenes "son un activo para todas las sociedades y nos apuran para que destruyamos todos los muros que desgraciadamente aún nos separan. A través de sus preguntas alimentan el diálogo entre religiones y culturas". El mensaje concluye con la esperanza de conducir a los jóvenes "con nuestro ejemplo y nuestra enseñanza a ser instrumentos de justicia y paz. Compartamos la responsabilidad común que tenemos hacia las generaciones presentes y futuras, instruyéndolas para que sean pacíficas y constructoras de paz".+