Mons. Aguer y el porqué de los mandamientos

  • 23 de octubre, 2018
  • La Plata (Buenos Aires) (AICA)
El arzobispo emérito de La Plata, monseñor Héctor Aguer, explicó el porqué de los mandamientos y señaló que "la catequesis cristiana, la predicación cristiana, no sólo debe exponer el dogma, el Credo, sino también la vida moral o el modo de conducta".
En el programa "Claves para un Mundo Mejor", que se emite por canal 9, el arzobispo emérito de La Plata, monseñor Héctor Aguer, reflexionó sobre los mandamientos. Al respecto, el prelado señaló que "la catequesis cristiana, la predicación cristiana, no sólo debe exponer el dogma, el Credo, sino también la vida moral o el modo de conducta". Por otro lado, advirtió que observa que existe una tendencia "a hablar de moral en general, o sea que hay que elogiar los valores, hay que ser buenos, no hay que hacer mal a nadie, como si la moral se resumiera solamente en esto de evitar el mal al prójimo". En ese sentido, recordó: "Cuando Jesús dice ?enséñenles a cumplir todo lo que yo les he mandado? está refiriéndose, por ejemplo, al Sermón de la Montaña, donde Él retoma los 10 Mandamientos de la Ley de Dios que están en el Antiguo Testamento, e incluso le hace agregados, correcciones y los hace más exigentes todavía? Por eso enseña cada uno de los Mandamientos". El prelado afirmó que "actualmente hay una tendencia a eludir los mandamientos. Si uno habla de los Mandamientos parece que no corresponde? Es decir, existe una moral que podríamos decir trascendental (éste es un término filosófico). Así en general decimos sean buenos, hay que cultivar los valores, etc., como algo que excluye lo que podríamos llamar una moral predicamental, que toma punto por punto aquellas realidades que constituyen la totalidad de la materia moral". "Hoy día hace falta recordar eso y aún a los chicos, porque frecuentemente, la cultura vigente a través de los medios de propaganda, a través de las películas, de las series, a través del Internet, proponen antivalores, y si uno no está alerta, si uno no ayuda a los chicos y a los jóvenes a manejarse con eso, se corre el riesgo de que pierdan noción de estos valores fundamentales que también se expresan de modo negativo. O sea no hacer esto, no hacer esto otro, pero lo positivo que es ser perfecto como el Padre Celestial es perfecto, y esto implica evitar el pecado, que tiene su configuración propia en cada una de las áreas de la moralidad", destacó. Monseñor Héctor Aguer consideró que "es muy importante recordar esto, porque, como digo, se da esa tendencia a hablar en general, no molestar a la gente con prohibiciones. Citaba la materia sexual; en otras ocasiones me he ocupado de esa área a causa de la materia de Educación Sexual Integral que se pretende dar en las escuelas y que, como les dije la semana pasada, es un proyecto de perversión sexual de los escolares bonaerenses. ¡Ojalá no logre imponerse!, pero esa es la línea", advirtió. En el final de su comentario recordó que "la predicación cristiana, la catequesis cristiana, incluye también recordar qué es lo que Jesús nos mandó vivir, nos mandó cumplir, y que está tan bien desarrollado en el Catecismo de la Iglesia Católica". "Por eso les recomiendo que tomen este texto y vean como en la Tercera Parte se comenta cada uno de los 10 Mandamientos y cómo se los enfoca de acuerdo al criterio y al espíritu del Sermón de la Montaña, en el que Jesús muestra cuál es la verdadera exigencia. Y la verdadera exigencia es la santidad. Uno zafa del pecado, pero luego va creciendo en la virtud, y eso con la Gracia de Dios puede llevarnos, ojalá quiera el Señor, a la santidad", concluyó.+