Mons. Croxatto: Tenemos que construir la unidad que se nos viene quebrando

  • 1 de octubre, 2018
  • Centenario (Neuquén) (AICA)
Con el lema "Con María Misionera, cada comunidad para todas las comunidades", miles de fieles participaron el fin de semana de la 38º Peregrinación a la Virgen de Luján de la localidad de Centenario. El obispo de Neuquén, monseñor Fernando Croxatto, presidió la misa.
Miles de fieles se congregaron el fin de semana para honrar a la Virgen de Luján en la localidad de Centenario en la 38ª peregrinación, que llevó el lema "Con María Misionera, cada comunidad para todas las comunidades". La peregrinación comenzó su tradicional recorrido desde la ciudad de Neuquén. La concentración fue en la intersección de la rotonda de Doctor Ramón y Ruta 7. También hubo peregrinos que salieron desde Plottier y Senillosa, y otros que llegaron desde los lugares más cercanos. Los peregrinos llegaron a Centenario cantando y agradeciendo a la Virgen por haber realizado la caminata de 15 kilómetros de su mano y haciendo camino juntos. Habiendo cumplido recientemente su primer año como obispo de Neuquén, y en su segundo año como peregrino, monseñor Fernando Croxatto concelebró la misa al mediodía con los sacerdotes y la asistencia de los diáconos de todas las parroquias. "No venimos solos, venimos con los hermanos, con las comunidades, somos un pueblo que camina, como dice la canción, bajo la mirada del Señor y recordamos que nuestra vida es camino, pero no cualquier camino, no es caminar por caminar, caminamos hasta la casa de nuestra Madre, caminamos con una meta, con un horizonte, porque tenemos adónde llegar, al corazón de una madre. Y todos necesitamos un hogar y un corazón de Madre", dijo el obispo al comenzar su homilía. [img]http://www.aica.org/subidas/4512.jpg[/img] Monseñor Croxatto invitó a rezar una oración personal a los presentes, diciendo: "¡Gracias Señor, gracias por dejarnos a tu Madre! Gracias por dejarnos un corazón de madre adonde reclinar nuestras cabezas con confianza, porque allí sabemos que siempre vamos a ser escuchados, donde descansamos seguros, donde no somos juzgados ni criticados, sino que encontramos paz, afecto y ternura. ¡Madre, necesitamos reposar en tu corazón!". El obispo de Neuquén hizo una profunda reflexión sobre los tiempos actuales y dijo que "otra vez la vida se ha tornado dura, difícil, violenta y nos estamos desconociendo entre nosotros, tus hijos, y muchos caminan sin sentido" y agregó que "el poder, la ambición, la avaricia, el aprovechamiento del hermano, y uso una frase de Francisco del año de la Misericordia, cuando dijo "esa llaga putrefacta de la corrupción, que destruye el proyecto de los débiles y oprime a los pobres" sigue viva hoy; Madre, te pedimos porque muchos quieren manipular nuestras conciencias, porque quieren adueñarse de nuestras vidas". "Decía Francisco en la Alegría del Evangelio: ?Qué lindo es sentirnos pueblo fiel de Dios, vernos acá congregados, con esta ternura infinita con la que Dios nos mira a cada uno? y qué lindo sería que cada uno de los que estamos acá podamos recuperar esa mirada y decirnos entre nosotros ?vos tenés la mirada infinita de Dios en tu corazón, porque Dios está en tu corazón y vos sos sagrado para mí?", señaló. [img]http://www.aica.org/subidas/4513.jpg[/img] "Por eso caminamos en medio de tantos a los que les falta trabajo, de los enfermos, y caminamos con esperanza, porque sabemos adónde vamos, porque no caminamos a tientas, porque tenemos una propuesta de vida, porque creemos en esa vida abundante que el Señor puede traernos", dijo el prelado. "Nos sentimos comprometidos con toda vida, para que todos tengan vida. No vale sólo decirlo, hay que ponerlo en obra en ese mirar cara a cara, ese salir al encuentro, y por eso, María, no nos dejes ser indiferentes; no dejes que nos habituemos al cada día, que no vivamos anestesiados. Queremos ser misioneros de la vida. Nos necesitamos todos y juntos; el otro me pertenece y yo le pertenezco", afirmó. "Tenemos que trabajar para construir la unidad que como pueblo se nos viene quebrando, que nos vienen serruchando. No seamos nosotros los que colaboremos con eso. Que hagamos de cada lugar un lugar habitable, que sea un hogar. Vale la pena vivir amándonos, aunque nos cueste. No nos dejemos llevar por los conflictos que nos quieren presentar y que son creados, no son nuestros ni de nuestra tierra", concluyó. Al finalizar la misa, monseñor Croxatto impartió una bendición especial a los jóvenes y los invitó a participar del Retiro de Jóvenes que tendrá lugar en noviembre en la ciudad de Zapala. Con el lema de este año se comienza a transitar un camino pastoral misionero en toda la diócesis, con la propuesta de que cada comunidad tenga una misión concreta en otra comunidad cercana. En ese marco, el obispo también realizó el envío para todos los presentes.+