Asamblea de la ONU: Tuberculosis, migración y derechos humanos, preocupaciones de la Santa Sede

  • 27 de septiembre, 2018
  • Nueva York (Naciones Unidas)
El Secretario para las Relaciones con los Estados de la Santa Sede, monseñor Paul Richard Gallagher, participa de la Asamblea General de la Naciones Unidas, en marcha en la ciudad de Nueva York. El representante vaticano, intervino en los debates sobre los diferentes asuntos programados en la Asamblea. Entre ellos las estrategias para erradicar la tuberculosis; la abolición de las armas nucleares y de la pena de muerte y el "Pacto Mundial sobre Migración".
El Secretario para las Relaciones con los Estados de la Santa Sede, monseñor Paul Richard Gallagher, participa de la Asamblea General de la Naciones Unidas, en marcha en la ciudad de Nueva York. El representante vaticano, intervino en los debates sobre los diferentes asuntos programados en la Asamblea. La Santa Sede presentó ante la ONU su aporte para la generar estrategias para erradicar la tuberculosis; políticas tendientes a la abolición de las armas nucleares y de la pena de muerte y su preocupación por los migrantes ante la adopción del "Pacto Mundial de Migración", en Marrakech el próximo diciembre. Tuberculosis: necesario intercambio mundial de ciencia y tecnología "La tuberculosis permanece, por razones obvias, fuertemente asociada con la pobreza y afecta desproporcionadamente a los países en vías de desarrollo, donde el 99 por ciento de los casos de tuberculosis terminan en muerte" aseguró monseñor Gallagher. El Secretario para las Relaciones con los Estados de la Santa Sede expresó que las estrategias para erradicar la tuberculosis deberían dirigirse "a las poblaciones más pobres con mayor riesgo" y abordar los determinantes más importantes de esta enfermedad, como "la mala nutrición, las condiciones de vida insalubres y la falta de atención médica básica". Y en esta línea, enunció que "una respuesta global efectiva" debería incluir el acceso a pruebas y tratamientos de diagnóstico asequibles, especialmente en estos países. Asimismo el representante vaticano habló que "la cercanía con los enfermos transforma las mentalidades y los prejuicios contra las personas que padecen tuberculosis" aseguró. En ciertos lugares y culturas, las personas afectadas por la tuberculosis están segregadas y sufren de una estigmatización humillante. La respuesta global debe "incluir intervenciones prácticas que alienten a la cercanía" y dejarse envolver "por la verdadera compasión y la solidaridad". Además, señaló como elemento fundamental de ayuda: "un intercambio mundial de ciencia y tecnología", frente a la pesada carga adicional que esta enfermedad tiene para los sistemas de salud de los países pobres. "Acoger, proteger, promover e integrar" a los migrantes Otro de los temas centrales de la jornada fue el "Pacto Mundial de Migración", el cual se adoptará formalmente en Marrakech el próximo diciembre y con el que la comunidad internacional se une "para idear soluciones más sostenibles y mejores para cuidar a los migrantes, especialmente a aquellos en situaciones más vulnerables" dijo monseñor Gallagher. En su intervención, el arzobispo dejó claro cuál debería ser el logro de este Pacto: "responder tanto al derecho a migrar como al derecho soberano de los Estados a proteger sus fronteras" así como "establecer políticas migratorias", siempre en pleno respeto de los derechos humanos de los migrantes. También ha dicho que lo más importante es "ser conscientes de los desafíos que enfrentan las personas en movimiento" para poder cumplir con las "responsabilidades compartidas" hacia ellos. El papa Francisco, "quien ha dado su apoyo a este proceso desde el principio ?puntualizó- resume estas responsabilidades compartidas y el compromiso con la solidaridad en cuatro verbos: "acoger, proteger, promover e integrar". Por último, expresó su deseo de que "El Camino a Marrakech" sea un viaje compartido de "solidaridad, misericordia, prudencia, responsabilidad y respeto". Los Derechos Humanos no son palabras vacías Al tratarse en la Asamblea el debate general que los Derechos Humanos, el representante vaticano advirtió que "nunca se puede permitir que los derechos humanos y la dignidad humana se conviertan en palabras vacías, pronunciadas y afirmadas simplemente para mitigar nuestra conciencia colectiva" algo que el papa Francisco llamó "nominalismo declarativo", señaló monseñor Gallagher. Y para evitar esto, recordó que "los derechos siempre implican responsabilidades" y éstas se cumplen a través de compromisos fundados en "los principios de la justicia, la solidaridad y el bien común". En este respecto, el representante vaticano concluyó asegurando que los principios que crean entornos saludables, permiten a todas las personas convertirse en "protagonistas de su propio desarrollo" y éste es "el verdadero fundamento de una paz duradera". +