En el marco del Día del Niño por Nacer, que se celebra cada 25 de marzo, solemnidad de la Anunciación del Señor, los obispos argentinos hicieron una fuerte defensa de la vida naciente, reflexionaron sobre el valor de la vida desde la concepción hasta su muerte natural y volvieron a criticar el fallo de la Corte Suprema de Justicia que consideró, en un caso, que el aborto "no es punible" cuando es producto de una violación. Asimismo, llamaron a un mayor compromiso en el cuidado de la mujer embarazada y destacaron la labor silenciosa de Grávida para acompañar a aquellas con problemas o en riesgo de abortar.
En el marco del Día del Niño por Nacer, que se celebra cada 25 de marzo, solemnidad de la Anunciación del Señor, los obispos argentinos hicieron una fuerte defensa de la vida naciente, reflexionaron sobre el valor de la vida desde la concepción hasta su muerte natural y volvieron a criticar el fallo de la Corte Suprema de Justicia que consideró, en un caso, que el aborto "no es punible" cuando es producto de una violación.
Asimismo, llamaron a un mayor compromiso en el cuidado de la mujer embarazada y destacaron la labor silenciosa de Grávida para acompañar a aquellas con problemas o en riesgo de abortar.
En mensajes y homilías de misas celebradas con esta intención, los prelados dijeron lo siguiente:
Cardenal Jorge Mario Bergoglio (Buenos Aires): "El egoísmo nos lleva a apegarnos a nuestra propia vida, hasta tal punto de disimular la situación de peligro o de injusticia de otras vidas, vidas que están en camino, están por nacer, vidas que están creciendo y que corren el riesgo de caer en manos que les deformen en corazón. La vida de nuestros chicos, las vidas de nuestros jóvenes, vidas que empiezan a trabajar y tienen que aprender a sortear las dificultades sin vender su conciencia, vidas a las que hay que acompañar y enseñarles a no venderse. Siempre hay un sobrecito tentador que se da a cambio de aceptar una idea o de hacerse el distraído mirando hacia otro lado. Vidas que tiene que engendrar y dar como herencia valores, valores humanos y valores divinos. Vidas que se van añejado en esa sabiduría de los ancianos que nos piden por favor que los cuidemos, que no los abandonemos, que no los despachemos para sacárnoslos de encima".
Desgrabación completa de la homilía
Mons. José María Arancedo (Santa Fe de la Vera Cruz): "En este período se juegan cosas muy importantes para el niño por nacer. En primer lugar su primer derecho, el derecho a la vida; luego, el necesario cuidado que este tiempo frágil reclama, esto es responsabilidad de toda la sociedad, no sólo de la madre. Aquí cumplen una tarea esencial las leyes cuando valoran y acompañan esta etapa de la vida. Hay una cultura extendida que minimiza o relativiza la existencia del nuevo ser que está en camino, parecería que aún no existe y, por lo mismo, su vida no es un valor vinculante, estaría fuera de la órbita de lo jurídico y lo moral. Hoy está fuera de toda duda en el campo científico que lo concebido es un ser humano independiente, con su propia identidad genética que sólo necesita de tiempo y cuidado. Desgraciadamente, dentro de esta mentalidad, la continuidad de la vida del niño por nacer pasa a depender de una decisión individual o social, que no parte del valor y exigencia que tiene su vida. No hay argumento alguno capaz de justificar el aborto. Estamos ante un tema que no pertenece al mundo de lo privado sino de lo público y que compromete, por lo mismo, la responsabilidad legislativa y la tutela jurídica".
Texto completo de la alocución
Mons. José Luis Mollaghan (Rosario): "Las necesidades sociales y la justicia que pueden reclamar al horrendo caso de una violación, no pueden justificar que se prescinda de una vida humana, ya iniciada en el seno materno. Por ello se ve con profunda preocupación que en los casos similares al planteado en el fallo mencionado, se diga que basta una declaración jurada, y en cualquier momento del embarazo, para que un niño por nacer sea drásticamente el condenado. El violador es el culpable, y no el niño por nacer. Y le haría mucho bien a la sociedad confiar en la decisión firme de prevenir estos hechos, y si ocurren sancionar posteriormente al único agresor de una violación; pero nunca al inocente que va a nacer, que en el aborto sobrelleva las consecuencias del delito, sin culpa alguna. Por otra parte la sociedad debe contar en tal sentido con los medios que le aseguren mayor educación, valores familiares y sociales, y el poder ser resguardada de toda violencia sexual".
Texto completo de la homilía
Mons. Andrés Stanovnik (Corrientes): "Para saber si el ser vivo que está gestando la madre es un ser distinto de ella y para comprobar que allí hay vida humana, no es necesaria la Biblia, sino la ciencia. La racionalidad de la ciencia y no la religión, es la que determina si hay vida humana desde el mismo instante de la fecundación y, por ende, si estamos en presencia de un niño por nacer. En cambio, para darnos cuenta de que esa criatura por nacer es un don de Dios, creado por Él y para Él, necesitamos la inteligencia de la fe y para eso debemos recurrir a la Biblia. En síntesis, la razón científica comprueba que hay vida humana desde el primer instante de la concepción, y la fe nos revela que esa vida humana tiene una dignidad sagrada. Por consiguiente, ninguna ley humana puede atribuirse derechos sobre ella".
Texto completo de la homilía
Mons. Damián Bitar (Oberá): "Unido a la comunidad diocesana, manifiesto el más absoluto rechazo al fallo dado recientemente por la Corte Suprema de Justicia, abriendo paso para ?legalizar? el asesinato de niños en el seno de la madre, concebidos en una violación. Paga con su vida un inocente; nada se dice del violador y cargará para siempre con la culpa de una muerte la mujer, ya herida por el delito aberrante de la violación. Cuando en estos días hacemos memoria de los crímenes del terrorismo de Estado en los años de la dictadura militar ¿no es una contradicción que un Estado democrático no defienda los derechos humanos de los más pequeños y autorice, e incluso pueda llegar a obligar a médicos a asesinar criaturas inocentes? ¿No estamos acaso ante las puertas de un ?silencioso? pero sangriento genocidio?"
Texto completo del mensaje.
Mons. Jorge Lozano (Gualeguaychú): "Hemos de reforzar el compromiso para cuidar la vida desde la concepción hasta la muerte natural en todas sus etapas y todas sus dimensiones. Las normas legales que autorizan el aborto pero no cuestionan el abuso o la violación no parecen dar una respuesta adecuada. Se elimina la consecuencia ?el embarazo- y se da por cerrada la búsqueda y reparación de la causa ?la violación o abuso-. No se promueve la restauración de la justicia, sino que se instala la impunidad de quien abusó o violó. De este modo no se logra poner fin y sanción a la relación de violencia hacia la mujer ?sea adolescente o adulta- que provocó su embarazo. Padrastro, tío, abuelo, vecino, primo, seguirán sin sanción legal o moral. Como si el embarazo fuera problema solamente de la mujer".
Texto completo del editorial
Mons. Oscar Sarlinga (Zárate-Campana): "Ser persona es la manera que tiene el ser humano de existir, de ser. Por ello lo es desde el primer instante de su existencia. Al mismo tiempo, la persona es ?ser personal? ?con otros?, y estos otros, nosotros, somos también responsables ante ella, hemos de acogerla con amor. Fácil es decirlo o predicarlo, mucho más difícil es realizarlo, sobre todo en circunstancias lacerantes que nadie ignora. Por ello, porque es más fácil ?decir? que ?ponerse al servicio? (aunque siempre la palabra esclareciente es también un servicio) pienso que las presentes circunstancias pueden servirnos a los cristianos todos, y tantísimas personas de visión trascendente, para un profundizado examen de conciencia acerca de nuestro compromiso, de nuestra acción al respecto del cuidado de la vida humana en todos sus etapas".
Texto completo del mensaje
Mons. Francisco Polti (Santiago del Estero): "Cuando hay una decisión de privar de la vida a un ser humano inocente es una desobediencia grave; nada ni nadie puede autorizar la muerte de un ser humano inocente sea feto o embrión, niño o adulto, anciano, enfermo, incurable o agonizante; ninguna autoridad puede legítimamente imponerlo ni permitirlo. Hoy se nos quiere hacer creer que no es la calle el lugar más inseguro, sino el seno materno. Hoy la cultura de la muerte va invadiendo los espacios más sagrados: las conciencias que se dejan engañar por ideologías inhumanas y degradantes y, el grito silencioso de niños inocentes es poco escuchado. Queridas familias: todo lo que hiere al hombre hiere a Dios y todo lo que atenta a los sin voz corrompe a la humanidad. Si la vida no se respeta desde el comienzo, ¿qué se puede esperar de la vida de todos especialmente de los más pequeños, frágiles y desprotegidos?"
Texto completo de la homilía
Mons. Hugo Barbaro (San Roque de Presidencia Roque Sáenz Peña): "No puedo dejar de sumarme a la pena de tanta gente ?católicos y no católicos- por el reciente fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación que permite destruir la vida del no nacido. Asusta que quienes con sus decisiones tienen el deber de orientar al pueblo hacia el bien, dañen y desorienten gravemente a la sociedad. Errores en lo que respecta a la concepción de la vida humana y actos perversos como el de destruir vida, no puede hacer feliz a nadie y no logran más que añadir corrupción en la sociedad. Inquieta pensar que los más débiles, los que no han tenido acceso a una mayor cultura, o quienes sufren por las circunstancias en que llegó un embarazo, puedan acabar en el error deshumanizante del aborto al faltarles una sana orientación y conocimientos para juzgar rectamente en un tema de tanta trascendencia para la vida personal y social".
Texto completo del mensaje.+