Francisco: El sacerdote, hombre obediente, de oración y libre en Cristo

  • 21 de septiembre, 2018
  • Ciudad del Vaticano
El papa Francisco recibió el 21 de setiembre en audiencia a un grupo de sacerdotes y miembros de la Curia de la arquidiócesis de Valencia, acompañados por su arzobispo, cardenal Antonio Cañizares Llovera. En el discurso, los exhortó a ser hombres de oración, obedientes y libres en Cristo, tal como enseñaba san Vicente Ferrer.
El papa Francisco recibió el 21 de setiembre en audiencia a un grupo de sacerdotes y miembros de la Curia de la arquidiócesis de Valencia, acompañados por su arzobispo, cardenal Antonio Cañizares Llovera. En su discurso, el pontífice recordó que este año Valencia celebra el jubileo de san Vicente Ferrer, quien trabajó y se empeñó por la unidad en la comunidad eclesial. Y se centró en tres propuestas del santo a los sacerdotes, "tres medios fundamentales", para conservar la amistad y la unión con Jesucristo. "El primero es la oración, como alimento de todo sacerdote; el segundo, la obediencia a la vocación de la predicación del Evangelio a toda criatura; y el tercero, la libertad en Cristo, para poder así beber el cáliz del Señor en cualquier circunstancia", puntualizó. El sacerdote es hombre de oración, - dijo el Papa - porque la vida interior del sacerdote repercute en toda la Iglesia, empezando por sus fieles. "Rezar es la primera tarea del obispo y del sacerdote. De esta relación de amistad con Dios se recibe la fuerza y la luz necesaria para afrontar cualquier apostolado y misión, pues el que ha sido llamado se va identificando cada vez más con los sentimientos del Señor y así sus palabras y hechos rezuman ese sabor puro de amor de Dios", sostuvo. Al hablar del segundo aspecto, la obediencia para predicar el Evangelio a toda criatura, Francisco indicó a los sacerdotes que el Señor llama al ministerio para ser sus "testigos ante el mundo". "No somos propietarios de la Buena Noticia, ni ?empresarios? de lo divino,- les advirtió - , sino custodios y dispensadores de lo que Dios nos confía a través de su Iglesia". Y esto, añadió, "supone una gran responsabilidad, pues conlleva preparación y actualización de lo aprendido y asumido". El último punto que tocó el Papa fue el de la unión con Cristo: "el sacerdote es libre en cuanto está unido a Cristo, y de Él obtiene la fuerza para salir al encuentro de los demás", dijo. Y tras recordar la imagen de San Vicente sobre la iglesia en salida, reiteró que la llamada al testimonio conlleva la "actitud" de salida "de ir al encuentro del hermano", inclusive en el despacho de la curia. Francisco dio las gracias a la arquidiócesis de Valencia por el ejemplo y testimonio de recibir a los migrantes por el Mar Mediterráneo, dado muchas veces ?reconoció- con escasez de medios y de ayudas, y los animó a seguir llevando la presencia de Dios a tantas personas que la necesitan. "Este es uno de los desafíos del sacerdote hoy: permanezcan libres de toda mundanidad; esta nos va enredando a este mundo y nos va alejando de Dios y de los hermanos, haciéndonos esclavos; y de ahí viene gran parte del anti-testimonio". "Podemos preguntarnos:¿Cuáles son nuestras verdaderas riquezas? ¿Dónde tenemos puesto el corazón? ¿Cómo buscamos colmar nuestro vacío interior? Respondan en su interior y pongan los medios para que siempre se reconozcan pobres de Cristo, necesitados de su misericordia, para dar testimonio ante el mundo de Jesús, que por nosotros se hizo pobre y nos enriqueció con su pobreza", concluyó.+