Francisco: Parece que hoy el diablo la tiene con los obispos

  • 11 de septiembre, 2018
  • Ciudad del Vaticano
"Los obispos deben recordar tres aspectos fundamentales: su fuerza es ser hombres de oración, tener la humildad de saber que fueron elegidos por Dios y permanecer cerca del pueblo", indicó el papa Francisco este martes 11 de septiembre en la homilía de la misa celebrada en la Capilla de la Casa Santa Marta. El pontífice dedicó su reflexión a la figura del pastor considerando que en estos días se encuentran en Roma muchos obispos de todo el mundo realizando diversos cursos de formación.
"Los obispos deben recordar tres aspectos fundamentales: su fuerza es ser hombres de oración, tener la humildad de saber que fueron elegidos por Dios y permanecer cerca del pueblo", indicó el papa Francisco este martes 11 de septiembre en la homilía de la misa celebrada en la Capilla de la Casa Santa Marta. El pontífice dedicó su reflexión a la figura del pastor considerando que en estos días se encuentran en Roma muchos obispos de todo el mundo realizando diversos cursos de formación. Uno de estos cursos es para la actualización de los obispos que han cumplido 10 años de episcopado -terminado en estos días- otro para 74 obispos que guían las diócesis de los territorios de misión, promovido por la Congregación de Propaganda Fide, y el otro curso, organizado por la Congregación para los obispos, del que participan unos 140 nuevos obispos. El Santo Padre inspiró su reflexión en el Evangelio de Lucas en el que Jesús pasa la noche orando, luego es él quien elige a los doce apóstoles y después desciende a las llanuras y se pone en medio de la gente que viene a escucharlo y curarse de sus males. Francisco señaló que el primer aspecto fundamental es ser hombres de oración. La oración es "el consuelo que un obispo tiene en los malos momentos", es decir, saber que "en este momento Jesús reza por mí", "reza por todos los obispos". En esta toma de conciencia, el obispo encuentra ese "consuelo" y esa fuerza lo lleva a orar por sí mismo y por el pueblo de Dios. Esta es su primera tarea. Y que el obispo sea un hombre de oración también lo confirma San Pedro cuando dice: "Para nosotros, la oración y el anuncio de la Palabra". Él no dice: "Para nosotros, la organización de los planes pastorales", enfatizó Francisco. La segunda actitud que el Papa enfatiza es que es Jesús quien elige a los doce: "El obispo que ama a Jesús no es un escalador que va adelante con su vocación como si fuera una función, tal vez mirando a otra posibilidad de avanzar y subir, no. El obispo se siente elegido. Y tiene la certeza de haber sido elegido. Y esto le lleva a dialogar con el Señor: "me has elegido a mí, que soy poca cosa, que soy un pecador...": tiene humildad. Porque él, cuando se siente elegido, siente la mirada de Jesús sobre su propia existencia y esto le da fuerza". Finalmente, como Jesús en el Evangelio de hoy, el obispo desciende a un lugar llano para estar cerca de la gente y no se aleja: "El obispo que no permanece alejado del pueblo, que no usa actitudes que lo llevan a estar lejos de la gente; el obispo que toca al pueblo y se deja tocar por el pueblo. No busca el refugio de los poderosos ni de las élites. Serán las élites quienes criticarán al obispo; el pueblo tiene esta actitud de amor hacia el obispo, y tiene esta unción especial: confirma al obispo en su vocación". El Gran Acusador está enojado con los obispos Francisco concluyó su homilía subrayando que estos tres aspectos "es bueno recordarlo, en estos tiempos cuando parece que el ?Gran Acusador? se ha desatado y está enojado con los obispos. Es verdad, todos somos pecadores, nosotros los obispos. Pero intenta revelar los pecados, que se vean, para escandalizar a la gente. El Gran Acusador que, como él mismo le dice a Dios en el primer capítulo del Libro de Job, "viaja por el mundo buscando cómo acusar". "La fuerza del obispo contra el Gran Acusador es la oración, la de Jesús sobre él y la suya propia; es la humildad de sentirse y permanecer cercano al pueblo de Dios, sin ir hacia una vida aristocrática que le quite esta unción". Recemos hoy por nuestros obispos: por mí, por los que están aquí delante y por todos los obispos del mundo". +