Amar a Dios y al prójimo sin hipocresía ni legalismos, pidió el Papa

  • 2 de septiembre, 2018
  • Ciudad del Vaticano
El papa Francisco advirtió este domingo 2 de septiembre, ante los miles de fieles presentes en la Plaza de San Pedro, sobre el peligro de "la hipocresía del legalismo y del ritualismo" que contaminan "el verdadero centro de la experiencia de la fe, es decir, el amor de Dios y el amor al prójimo". En sus palabras previas al rezo del Ángelus, el pontífice recordó que es "la Palabra misma que nos purifica el corazón y las acciones y nuestra relación con Dios y con los demás liberándolo de la hipocresía".
El papa Francisco advirtió este domingo 2 de septiembre, ante los miles de fieles presentes en la Plaza de San Pedro, sobre el peligro de "la hipocresía del legalismo y del ritualismo" que contaminan "el verdadero centro de la experiencia de la fe, es decir, el amor de Dios y el amor al prójimo". El pontífice centró su reflexión sobre el Evangelio según San Marcos, en el que los escribas y los fariseos acusan a los discípulos de Jesús de no seguir los preceptos rituales según las tradiciones e intentan afectar la fiabilidad y la autoridad de Jesús como Maestro. "Jesús quiere sacudir a los escribas y fariseos del error en el que cayeron, es decir, derrocar la voluntad de Dios descuidando sus mandamientos para observar las tradiciones humanas", explicó el Papa. "La reacción de Jesús es severa", añadió, "porque está en juego lo grande": la verdad de la relación entre el hombre y Dios, la autenticidad de la vida religiosa. El Santo Padre aseguró que también hoy el Señor nos invita "a huir de este peligro" en el que se da más importancia a la forma que a la sustancia y nos llama a reconocer, una y otra vez, "cuál es el verdadero centro de la experiencia de la fe, es decir, el amor de Dios y el amor al prójimo, purificándolo de la hipocresía del legalismo y del ritualismo". Además, este pasaje del Evangelio según San Marcos se ve reforzado "por la voz del apóstol Santiago" - indicó el Papa? "quien nos dice cómo debe ser la verdadera religión: visitar a los huérfanos y a las viudas en el sufrimiento y no dejarse contaminar por este mundo". Y cuando dice "visitar a los huérfanos y a las viudas", Francisco subrayó que significa "practicar la caridad hacia el prójimo", algo que debe hacerse -advirtió? "comenzando por los más necesitados, los más frágiles y los más marginales". También pidió "no dejarse contaminar por este mundo", detallando que esto no significa "aislarse y cerrarse a la realidad" sino "estar alerta para que nuestra forma de pensar y actuar no sea contaminada por la mentalidad mundana", es decir, "por la vanidad, la codicia y el orgullo". Por último pidió Francisco, "hacer un examen de conciencia" para ver cómo recibimos la Palabra de Dios. "El domingo la escuchamos en la Misa, pero si la escuchamos distraídos o superficialmente, no nos ayudará mucho". Es por ello que invitó a que "debemos dar la bienvenida a la Palabra con la mente y el corazón abiertos, como un buen terreno, para que se asimile y dé frutos en la vida concreta". De esta manera, "la Palabra misma purifica nuestro corazón y nuestras acciones y nuestra relación con Dios y con los demás se libera de la hipocresía". Beatificación de Anna Kolesárová Después del rezo de la oración mariana, el pontífice recordó dos noticias importantes: la beatificación de Anna Kolesárová, la cual tuvo lugar ayer en Eslovaquia. Se trata de la primera laica en ser beatificada, virgen y mártir, fue asesinada por haberse resistido a quien quería violar su dignidad y su castidad. "Que esta mujer valiente ayude a los jóvenes cristianos a mantenerse firmes en la fidelidad al Evangelio, incluso cuando se requiere ir a contracorriente" expresó el Papa. Nuevo llamamiento por la paz en Siria La guerra de Siria y las recientes "noticias inquietantes" sobre los riesgos de una posible catástrofe humanitaria en la provincia de Idlib también fue otro de los temas que ha querido recordar el Papa. Un tema que "causa dolor" y para el que renueva su más sincero llamamiento a la comunidad internacional y a todos los actores involucrados "para que hagan uso de los instrumentos de la diplomacia, el diálogo y las negociaciones, en el respeto de los Derecho Humanos Internacionales y salvaguarden la vida de los civiles". +