Encuentro de Pastoral Carcelaria de la Región Litoral

  • 31 de agosto, 2018
  • Paraná (Entre Ríos) (AICA)
Con el lema "Parroquia-Cárcel: Camino de encuentro", la Pastoral Carcelaria de la Región Litoral celebró el 20 de agosto un encuentro que se desarrolló en Paraná, Entre Ríos. Durante la jornada, los presentes eligieron a los delegados regionales.
La Pastoral Carcerlaria del Litoral tuvo el 20 de agosto su encuentro regional, que se desarrolló en Paraná, Entre Ríos, con el lema "Parroquia-Cárcel: Camino de encuentro" y contó con la participación de más de 130 agentes de pastoral, laicos, religiosas, diáconos y sacerdotes provenientes de las arquidiócesis de Santa Fe, Rosario y Paraná, y de las diócesis de Rafaela, Venado Tuerto, Concordia y Gualeguaychú. La animación estuvo a cargo de los presbíteros Néstor Vivas, delegado regional, y Mario Taborda. En el comienzo, señalaron que "la Pastoral Carcelaria es un camino de transformación, un camino de servicio y aprendizaje donde los hermanos encarcelados nos enseñan a servir". La primera parte del Encuentro estuvo a cargo de Patricia Alonso, coordinadora del Equipo Nacional de Pastoral Carcelaria, quien explicó la manera en que se encuentra organizada la pastoral en los distintos niveles, y el perfil y las funciones de los delegados regionales. El tema central del Encuentro fue desarrollado por monseñor Juan Carlos Ares, obispo auxiliar de Buenos Aires y presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Carcelaria. A través de algunos pasajes del libro de los Hechos de los Apóstoles y de documentos eclesiales, ahondó en el vínculo que debe existir entre la parroquia y la cárcel. Su aporte permitió descubrir la necesidad de una Iglesia que ora en comunidad desde fuera de la cárcel por los apóstoles Pedro y Pablo que están presos; una Iglesia que ora dentro de la cárcel junto a los hermanos encarcelados; una Iglesia que también está cerca del personal carcelario que espera el don de la salvación; una Iglesia que es "eco" de la voz de los hermanos presos; una Iglesia en salida que se desinstala y se pone en movimiento hacia las periferias; una Iglesia comunidad de discípulos y misioneros que primerean, se involucran, acompañan, fructifican y festejan; una Iglesia que guiada por el Buen Pastor avanza en el camino de la conversión pastoral. Divididos en grupos, los participantes del encuentro hicieron sus aportes al tema desde sus propias experiencias parroquiales y pastorales. Entre ellos, la visita que hicieron a la cárcel los jóvenes que participaron del Encuentro Nacional de Juventud en Rosario; la participación de la pastoral carcelaria en los consejos pastorales de las parroquias; los grupos parroquiales que visitan las familias de los presos; los cursos de formación para agentes de pastoral carcelaria; los talleres de oficios que se dictan en las cárceles; los equipos de pastoral carcelaria que reciben a los liberados para apoyarlos en la nueva etapa que viven; la oración de los presos y el orar por los presos. Al finalizar la mañana, la Eucaristía fue presidida por monseñor Juan Alberto Puiggari, arzobispo de Paraná. Por la tarde el presbítero Rubén Infantino, secretario ejecutivo de la Comisión Episcopal de Pastoral Carcelaria, animó un espacio de lectura orante de la palabra. A partir del texto del Evangelio de San Marcos, los participantes fueron descubriendo a Jesús, que recorre en misión las periferias y envía a los apóstoles a evangelizar con las actitudes del Buen Pastor que ve la realidad de la gente, tiene compasión de ellos y les enseña con gestos y palabras. Los delegados diocesanos acompañados por los miembros del Secretariado Nacional de la Pastoral Carcelaria tuvieron un espacio de discernimiento para elegir a los delegados regionales. Fue reelecto delegado regional el presbítero Néstor Vivas, de la arquidiócesis de Santa Fe de la Vera Cruz, y subdelegado el presbítero Mario Taborda, de la arquidiócesis de Paraná. Pablo Duarte, subdelegado saliente, recibió el agradecimiento por la tarea realizada en estos años. El Encuentro finalizó con un agradecimiento a Dios por haber vivido un acontecimiento eclesial tan significativo para la Pastoral Carcelaria de la Región Litoral, y un renovado compromiso de caminar como discípulos y misioneros que viven con entusiasmo y celebran con alegría la llamada que han recibido de Jesús, Señor y Maestro: "Vengan benditos de mi Padre? porque estuve preso y me vinieron a ver".+