Misa por la Vida : "Pretenden legitimar por ley que un ser humano elimine a otro"

  • 8 de agosto, 2018
  • Buenos Aires (AICA)
El cardenal Mario Aurelio Poli, arzobispo de Buenos Aires, presidió esta noche la "Misa por la Vida" en la catedral metropolitana, donde volvió a rechazar el aborto legal que se debatía en el Senado. "Con eufemismos se pretende legitimar por primera vez en la legislación argentina que un ser humano pueda eliminar a su semejante", advirtió ante un templo colmado.
El cardenal Mario Aurelio Poli, arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, presidió esta noche una "Misa por la Vida" en la catedral metropolitana, mientras en el Senado se debatía el proyecto de aborto legal. La Eucaristía fue concelebrada por monseñor Oscar Ojea, obispo de San Isidro y presidente del Episcopado y una treintena de obispos, además del nuncio apostólico, monseñor Léon Kalenga Badikebele. También asistieron representantes de otras religiones, entre ellos, varios dignatarios ortodoxos: siriano, de Antioquía, serbio y ruso en el extranjero. Y al final hablaron tres mujeres: Andrea Poretti, católica; Catherine Ogdon, de la Iglesia Presbiteriana, y Esdrin Eker, por el islam; cada una de ellas hizo una invocación con sus propias palabras. "Nos hemos congregado para celebrar la Eucaristía por la vida y en esta fuente de gracia queremos pedirle a nuestro Padre Dios por la aventura de todos los niños y niñas que esperan nacer en la Argentina", expresó el cardenal Poli en medio de los aplausos de cientos de personas que colmaron la capacidad del templo. [img]http://www.aica.org/subidas/4234.jpg[/img] El primado argentino pidió que "en estas circunstancias que nos encuentra la Patria, también nosotros salgamos al encuentro del Dios de la vida, para exponer nuestro deseo por las dos vidas: la de las madres y la de los niños por nacer". "Durante meses en ambas cámaras legislativas se escucharon voces a favor y en contra del aborto legal, gratuito y público. Todos tuvieron su tiempo para exponer su punto de vista y fueron escuchados por los legisladores en un saludable ejercicio de la democracia. Pero los únicos que no tuvieron la oportunidad de hacerse escuchar son los niños que luchan por nacer y entrar al banquete de la vida", advirtió. El purpurado recordó que San Juan Pablo II afirmaba que "todo hombre puede conocer el valor de la vida humana desde su inicio hasta su término y afirmar el derecho de cada ser humano al haber respetado este bien primario suyo" y agregó citando al santo: "En el reconocimiento de este derecho se fundamenta la convivencia humana y la misma comunidad política". "Además de nuestras creencias, nos mueve asumir su causa una razón humanitaria el cuidado de la vida, el principal derecho humano y primer deber del Estado, del que ninguno debe sentirse excluido", enfatizó. "En estas horas, los legisladores del honorable Senado de la Nación debaten el proyecto de ley sobre la interrupción voluntaria del embarazo, lo cual supone la despenalización del aborto, con el eufemismo interrumpir, lo que causa una irreparable efecto. Lo cierto que se pretende legitimar por primera vez en la legislación argentina que un ser humano pueda eliminar a su semejante", aseveró. "Nos preocupa sobre manera, porque después de la interrupción no hay nada más y dejaría sin protección penal la vida de los niños y niñas sin nacer, legalizando la muerte provocada de un modo directo de una persona inocente, excluida de la legítima defensa, sin juicio y proceso, a la que le cabe esperar sin salida el fatal desenlace", añadió. El purpurado sostuvo que "el corazón y la razón se revelan ante tamaña injusticia, porque los no nacidos tienen derecho de participar de nuestra historia, de pertenecer a una Nación, suelo en que se nace, donde hay lugar para todos y nadie sobra". Por último, el cardenal Poli confió a la Virgen de Luján, patrona nacional, todos los niños nacidos y por nacer en la Argentina. Al terminar la misa, los obispos bendijeron a los presentes y a la Nación, además de una oración interreligiosa, mientras se acercaba la hora de la votación en el Senado del proyecto de aborto libre. [img]http://www.aica.org/subidas/4232.jpg[/img] Muchos de los presentes en el templo, en su mayoría jóvenes y familias, exhibían el pañuelo celeste con la leyenda "Salvemos las dos vidas". En algunos asientos se vieron funcionarios nacionales, diputados, representantes sindicales y de organizaciones sociales.+ Texto completo de la homilía