A 50 años de la encíclica Humanae vitae, del beato papa Pablo VI

  • 31 de julio, 2018
  • La Plata (Buenos Aires) (AICA)
El arzobispo emérito de La Plata, Mons. Héctor Aguer, en el programa Claves para un Mundo Mejor que se emitió el sábado 28 de julio por el Canal 9, recordó los 50 años "de la profética encíclica ´Humanae vitae´ de Pablo VI". Explicó cómo se gestó y que el Papa "recibió el dictamen de una comisión que por mayoría decía que la Iglesia podía aceptar como moralmente lícitos los métodos artificiales de regulación de la natalidad".
El arzobispo emérito de La Plata, monseñor Héctor Aguer, en su columna editorial del programa televisivo Claves para un Mundo Mejor que se emitió el pasado sábado, 28 de julio, por el Canal 9, recordó los 50 años "de la profética encíclica "Humanae vitae" del papa Pablo VI". Explicó cómo se gestó y que Pablo VI "recibió el dictamen de una comisión que por mayoría decía que la Iglesia podía aceptar como moralmente lícitos los métodos artificiales de regulación de la natalidad". "El pasado 25 de julio -comenzó diciendo monseñor Aguer-, se cumplió un aniversario que no quiero que pase inadvertido para nosotros: 50 años, medio siglo, de la encíclica ´Humanae vitae´ del papa Pablo VI". "Esta encíclica -expresó- tiene su prehistoria: en 1963 el papa Juan XXIII creó una comisión para estudiar los problemas de la familia, la natalidad y la población. En ese momento comenzaban a difundirse los anticonceptivos hormonales, la famosa ´píldora´ como se decía entonces. Esta comisión integrada por expertos de diferentes disciplinas demoró un tiempo en dar su dictamen y entretanto Pablo VI sucedió a Juan XXIII. El nuevo Papa agrandó la Comisión y recibió finalmente el dictamen que por mayoría decía que la Iglesia podía admitir como moralmente lícitos los métodos artificiales de regulación de la natalidad". "El ahora beato Pablo VI reflexionó y oró mucho. Creo que esta encíclica le costó muchísimo y en ella hay una especial inspiración del Espíritu Santo. Dice lo central en el N° 14: "Hay que excluir igualmente, como el Magisterio de la Iglesia ha declarado muchas veces, la esterilización directa, perpetua o temporal, tanto del hombre como de la mujer; queda además excluida toda acción que, o en previsión del acto conyugal, o en su realización, o en el desarrollo de sus consecuencias naturales, se proponga, como fin o como medio, hacer imposible la procreación". "Lo que el Papa está diciendo, a la luz de la antropología cristiana, es que el acto sexual, (él habla de acto conyugal, porque podríamos decir que sólo es lícita la sexualidad en el ámbito del matrimonio) tiene un doble significado inseparable, según la naturaleza: es unitivo; es decir, expresión física del amor; y procreativo, o sea trasmite la vida. "Fíjense que no sólo la Iglesia Católica dice esto, pues Sigmund Freud en su ´Introducción al Psicoanálisis´ enumera once perversiones, como él las llama, y entre ellas menciona el "onanismo". Si lo buscan en el diccionario verán que "onanismo" viene de Onán, (capítulo 39 del Libro del Génesis) que era hijo de Judá y no quiso cumplir con la Ley del Levirato según la cual él debía tomar como esposa a Tamar, esposa de su difunto hermano, para asegurarle la descendencia a su hermano. El hijo debía ser reconocido como hijo de su hermano y él no quería eso; y entonces cuando se unía con Tamar, dice el Génesis, arrojaba el semen en la tierra. Eso se llama "onanismo", que es poner un impedimento para que del acto sexual no se siga la comunicación de la vida". "Como les decía -prosiguió el prelado-, Pablo VI se basa en la antropología cristiana, en la concepción de la naturaleza humana y de lo que significa la sexualidad en el conjunto de la persona humana; y esta cuestión de la inseparabilidad de los dos significados es fundamental. Para Freud era una perversión, y nosotros decimos que es un pecado grave. Además Pablo VI argumenta diciendo que hay actos que nunca pueden ser justificados por ninguna razón, que son objetivamente malos. Todo esto luego lo desarrolló ampliamente Juan Pablo II en la encíclica "Veritatis splendor", en los números 80 al 82, que especialmente tratan sobre esto de que existen actos que "son intrínsecamente malos" y que ni la intención subjetiva ni las circunstancias pueden justificar". "Por eso digo que este 50° aniversario de la ´Humanae vitae´ es importante, porque esa encíclica no fue bien recibida aun en muchos ámbitos de la Iglesia. Obispos, teólogos, sacerdotes no quisieron aceptarla e hicieron como que no existiera. A pesar de eso, la Iglesia sostuvo siempre esta doctrina porque viene de mucho antes. Pío XI, Pío XII y el Concilio Vaticano II dicen lo mismo que dice ´Humanae vitae´. "Ahí comenzó a derrumbarse el fundamento de la teología moral y lo que ocurrió es que mucha gente se confundió, pues obispos, teólogos, sacerdotes confundieron a muchísimos fieles sobre este punto, y todavía circula la confusión porque se piensa que la doctrina de la Iglesia puede cambiar esta doctrina, pero la Iglesia no puede hacerlo porque si la Iglesia cambiara esta doctrina se destruiría a sí misma". "Aquí hay algo importantísimo que tiene que ver con la concepción cristiana de la vida. Observen hasta dónde habrá llegado la confusión: el caso más escandaloso fue el del cardenal Carlo María Martini, un eminente biblista, arzobispo de Milán, que perseveró hasta el fin de sus días en su error contra esta encíclica. En su último libro, ´Conversaciones Nocturnas en Jerusalén´, todavía insiste en negar y contrariar la ´Humanae Vitae´. "Es verdad que las costumbres han cambiado, que hoy circula toda clase de anticonceptivos, que ya el acto sexual no se refiere a la vida conyugal sino a cualquier encuentro, pero esta encíclica es la doctrina de la Iglesia. Y esto es algo central para aquel católico que quiere vivir de acuerdo a la Ley de Dios. Viviendo de acuerdo a ella vive también de acuerdo a la Ley Natural. A lo que es, a lo que Dios quiso que sea el varón y la mujer y su relación como fundamento de la familia". Monseñor Aguer terminó sus reflexiones anunciando que el domingo 29 habría un "chaquetazo médico" en el Congreso. Los médicos que están contra la legalización del aborto harán una manifestación, y que el sábado 4 de agosto a las 16, en el Obelisco habrá una concentración y manifestación "de nuestros hermanos cristianos evangélicos. Nosotros tenemos que sumarnos a esa concentración porque ellos tienen muy claro esto, y lo han dicho con mucha claridad y valentía, incluso con más claridad que en algunos ambientes católicos. Por eso el sábado próximo vamos con los evangélicos del Obelisco al Congreso para decir no al aborto".+