Campaña para el sostenimiento de la Iglesia diocesana de Santa Rosa

  • 8 de mayo, 2020
  • Santa Rosa (La Pampa) (AICA)
El obispo de Santa Rosa, monseñor Raúl Martín, envió un mensaje a las comunidades pampeanas a fin de concientizar sobre las necesidades económicas de la Iglesia diocesana en tiempo de pandemia.

El obispo de Santa Rosa, monseñor Raúl Martín, envió un mensaje a las comunidades pampeanas a fin de concientizar sobre las necesidades económicas de la Iglesia diocesana en tiempo de pandemia.

“Escuchamos y somos testigos a diario de tantos dolores, que llevan el rostro de la falta de trabajo, de falta de oportunidades de salud o de estudio, de carencia de un techo o del alimento necesario para cada día y tantas cosas más. Y hasta pareciera que nos vamos acostumbrando a tanto dolor, o a la imposibilidad de solucionar lo que nunca está a nuestro alcance, que casi nos vamos haciendo indiferentes o indolentes”, comienza expresando en su mensaje el obispo.

Ante esta situación, “comprendemos, nos conmovemos, rezamos, y tratamos de estar cerca”, indica refiriéndose a la realidad de las comunidades parroquiales, de los curas y los templos, que si bien “es austera” y “en general, no faltan cosas esenciales, nada sobra”.

Monseñor Martín describe las responsabilidades actuales de la diócesis de Santa Rosa: “El obispado atiende, con pobres medios, muchas necesidades y sale en auxilio de sacerdotes y comunidades. Nos cuesta hacer visibles también las necesidades del obispado, que es el centro de las comunidades, desde donde atendemos a toda la diócesis, el seminario, la secretaría, la administración, la casa de retiros de Nazaret en su encargado o la cocinera, los servicios, seguros, el mantenimiento de los edificios, y la asistencia a ‘lo que es de todos’”.

Por eso, recuerda que en estos meses la ayuda de las colectas y donaciones se ha visto marcadamente reducida, y “no alcanza a la atención de la obra social (mutual del clero, solidaria de todos) o al sustento necesario del sacerdote”.

El obispo de Santa Rosa continúa: “con sencillez...pedimos nos ayuden. Sabemos de sus dificultades, compartimos las nuestras. La ayuda de todos, por pequeña que sea, siempre será una muy buena ayuda, y cada uno sabrá cómo darnos entre todos una mano”.

Y concluye la carta: “Que el Buen Dios, que en Jesús nos dijo que todo lo que hagamos en su nombre será tenido en cuenta en el cielo, los bendiga y acompañe de la mano de nuestra Madre, Señora de La Pampa”.

Más información en http://diocesisdesantarosa.org/.+