Mons. Dus celebró una misa por la Policía del Chaco

  • 14 de junio, 2018
  • Resistencia (Chaco) (AICA)
En el marco de la semana de la creación de la Policía de la provincia del Chaco, el 12 de junio , el arzobispo de Resistencia, monseñor Ramón Dus, celebró en la catedral San Fernando Rey la misa en acción de gracias por el 65° Aniversario de la Policía del Chaco, por celebrarse el viernes 15. En su homilía, recordó la necesidad de buscar la paz y la justicia.
El arzobispo de Resistencia, monseñor Ramón Dus, celebró el 12 de junio en la catedral San Fernando Rey, la misa en acción de gracias por el 65° Aniversario de la Policía del Chaco, que se conmemora el viernes 15. La Eucaristía fue concelebrada por el párroco, presbítero Alberto Fogar, acompañados por el capellán de la Policía del Chaco, diácono permanente José Luis Flores. La celebración contó con la presencia del jefe de Policía Ariel Acuña, el subjefe Ramón Machuca, el jefe del Centro de Análisis Comando y Control Policial (CEAC), Pedro Sosa, directores generales, jefes de departamentos y divisiones, también del personal y alumnos de la Escuela de Policía, familiares y el acompañamiento de la comunidad. En su homilía, monseñor Ramón Dus expresó su gratitud por la presencia de la Policía del Chaco y por compartir la celebración de acción de gracias por los 65 años de su fundación, también por la "actitud de servicio hacia la Iglesia que hemos recibido en distintos acontecimientos de nuestra ciudad, circunstancias en el que nos hemos sentido protegidos, cuidados". El prelado llamó a que, a la luz de la Palabra de Jesús, nos dejemos "iluminar y conducir como familia de un modo fraternal sabiendo que somos responsables unos de los otros en este camino de la vida y del tiempo que Dios nos hace también compartir". Tomándose de las enseñanzas del papa Francisco sobre las Bienaventuranzas en el documento Gaudete et exsultate, el arzobispo afirmó: "Sabemos que siguiendo a Jesús también todos vamos haciendo un itinerario, un camino de discípulos, un camino de santidad". Siguiendo las ideas del Papa, expresó: "Jesús propone una justicia que no es como la busca el mundo, esa justicia del mundo manchada por intereses mezquinos, una justicia manipulada para un lado, para otro. La realidad nos muestra que es fácil entrar a veces en esa línea, formar parte de ese modo cotidiano de proceder en el cual doy para que me den. Estamos como en una relación de negocio interesado, y cuánta gente sufre estas injusticias, cuánta gente se queda observando siempre impotente frente a los demás que se reparten los bienes". "El hambre y sed de justicia que Jesús alaba empieza por hacerse realidad en la vida de cada uno de nosotros siendo justos en nuestras palabras, en nuestras decisiones, en nuestras relaciones, y así se expresa también la justicia para nosotros, sobre todo para los más pobres, los más débiles", afirmó. El obispo compartió que el papa Francisco termina esta reflexión después de dos puntos más largos, donde expone que "buscar la justicia con hambre y sed, ese es un camino de servicio" y que "es también para nosotros un camino de santidad". "La otra Bienaventuranza que quería compartirles es: Felices los que trabajan por la paz", señaló monseñor Dus. "A esta la imaginamos a veces para situaciones de guerra o de conflictos grandes, pero no, Jesús también inspira a nosotros actitudes concretas para construir la paz. Por eso no es la primera vez que Francisco habla como muchas veces entre nosotros en la Iglesia, en nuestra sociedad, en nuestros grupos. Cuánto daño hace cuando uno siembra habladurías, rompe relaciones y a veces falsamente", sostuvo. "No es fácil construir la paz evangélica, esa paz que no excluye a nadie sino que integra a todos, aún a los extraños, a las personas difíciles, complicadas, a los que reclaman atención y a los que son diferentes a nosotros, a los que están golpeados por la vida, descreídos, a los que tienen otros intereses", consideró, y aseguró que "se trata de ser artesanos de la paz ,porque construir la paz es un arte, requiere siempre de nosotros serenidad, creatividad, sensibilidad, destreza, experiencia". Finalmente, monseñor Ramón Dus rogó al Señor "el optimismo que nace de la palabra de Dios, que nos invita a vivir con alegría y a recoger también las exigencias de justicia y de paz para todos", y manifestó que "se requiere mucha fortaleza y un don del espíritu de paz y de servicio que es la que realmente sostiene a los demás. Es una misión como institución, como Iglesia y como responsabilidad ciudadana. Pedir al Señor que así nos haga ser luz y ser sal, y la gente también por nosotros alabe a Dios por el testimonio de las obras buenas que podemos irradiar con nuestra propia vida", concluyó.+