Regina Coeli: El Espíritu Santo es la fuente de la santidad
- 20 de mayo, 2018
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Ciudad del Vaticano
El papa Francisco durante el Regina Coeli, en la Solemnidad de Pentecostés, recordó que el Espíritu Santo "es la fuente de la santidad, que no es el privilegio de unos pocos, sino la vocación de todos"
El papa Francisco durante el Regina Coeli, en la Solemnidad de Pentecostés, recordó que el Espíritu Santo "es la fuente de la santidad, que no es el privilegio de unos pocos, sino la vocación de todos"
Esta solemnidad, "nos hace revivir la efusión del Espíritu Santo sobre los apóstoles y los demás discípulos, reunidos en oración con la Virgen María en el Cenáculo". En aquel día, tuvo lugar el comienzo de la historia de la santidad cristiana, porque el Espíritu Santo es la fuente de la santidad".
El pontífice recordó una de las frases que se leen en su exhortación apostólica Gaudete et exsultate: "El Espíritu Santo derrama santidad, en todas partes, en el pueblo santo y fiel de Dios" e hizo referencia a la afirmación del Concilio Vaticano II, cuando dice: "Dios quería santificar y salvar a los hombres, no individualmente y sin ninguna conexión entre ellos, sino que quiere convertirlos en un pueblo, reconociéndolo según la verdad y servirlo en santidad".
De hecho, añadió el Papa, "por medio del Bautismo estamos todos llamados a participar en la misma vida divina de Cristo y, mediante la Confirmación, a convertirnos en sus testigos en el mundo".
En los textos bíblicos del Antiguo Testamento ya se puede ver cómo "por medio de los antiguos profetas, el Señor había anunciado al pueblo este diseño suyo". Todas esas profecías "se cumplieron en Jesucristo, mediador y garante de la permanente efusión del Espíritu. Y hoy, es la fiesta de la efusión el Espíritu".
"Desde aquel día de Pentecostés, y hasta el fin de los tiempos, esta santidad, cuya plenitud es Cristo, se entrega a todos aquellos que se abren a las intenciones del Espíritu Santo, y se esfuerzan a serles dóciles. Es el Espíritu el que hace experimentar una alegría plena".
El Papa continuó señalando que "el Espíritu Santo, entrando en nosotros, derrota la sequedad, abre los corazones a la esperanza y estimula y fomenta la maduración interior en la relación con Dios y con el prójimo".
Así lo dice San Pablo: "El fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, magnanimidad, benevolencia, bondad, fidelidad, ternura, domino de sí".
Por último Francisco invitó además a pedir a la Virgen María "que obtenga hoy un Pentecostés renovado para la Iglesia", "nos dé la alegría de vivir y dar testimonio del Evangelio" e infunda en nosotros "un intenso deseo de ser santos para la mayor gloria de Dios". +