Mons. Martorell: "Jesús es el salvador de todos los hombres"

  • 22 de marzo, 2018
  • Puerto Iguazú (Misiones) (AICA)
El obispo de Puerto Iguazú, monseñor Marcelo Raúl Martorell, compartió con la comunidad diocesana su comentario y reflexión sobre las lecturas bíblicas del V domingo de Cuaresma, en donde se habla del misterio de la pasión de Jesús quien se proclama abiertamente el salvador de todos los hombres.
El obispo de Puerto Iguazú, monseñor Marcelo Raúl Martorell, compartió con la comunidad diocesana su comentario y reflexión sobre las lecturas bíblicas del V domingo de Cuaresma, en donde se habla del misterio de la pasión de Jesús quien se proclama abiertamente el salvador de todos los hombres. "La liturgia de este domingo -comentó monseñor Martorell- está imbuida del misterio de la Pasión del Señor y es Jesús mismo quien nos habla de ésta en el Evangelio de Juan, presentándola como el misterio de su glorificación y de su obediencia a la voluntad del Padre. Y se declara abiertamente el "Salvador de todos los hombres": "Ha llegado la hora en que el Hijo del hombre va a ser glorificado. Les aseguro que si el grano de trigo que cae en la tierra no muere, queda solo; pero si muere da mucho fruto". "Jesús compara su muerte -explicó el obispo-, con la del grano de trigo, que muere para dar vida a la espiga nueva. Él quiere decirnos que de su muerte nacerá un pueblo nuevo en el que ya no estarán solamente los hebreos, sino los hombres de toda raza, pueblo o nación. Todos ellos redimidos a través de su muerte y resurrección". "Jesús -prosigue reflexionando monseñor Martorell- conoce el misterio que encierra su pasión y su muerte. Debería sentir el gozo de la obra de Dios, pero sin embargo su humanidad sufre al saber que se acerca semejante calvario. Es Jesús verdadero hombre y verdadero Dios, que sufre como hombre, pero que sabe que para esto vino al mundo. Es el clamor de Dios hecho hombre por los pecados e iniquidades del hombre. Es Dios que sufre por el rechazo del amor de Dios al orden de la naturaleza y a la verdad de los valores. Jesús está dispuesto al Calvario pero sabe que el hombre quiere matar a Dios para ser libre y no tener que escuchar reproches a su comportamiento. El prelado continúa comentando el pasaje evangélico del domingo donde se dice que "es la hora de la glorificación. Cuando sea elevado en el madero de la cruz, Jesús acallará el pecado y atraerá hacia sí a todos los hombres y al mismo tiempo rendirá al Padre la máxima gloria. Él siendo Dios, no tiene por qué someterse a tal sufrimiento, pero es obediente y obediente hasta la muerte y debe pasar por esa hora porque el hombre ha pecado y necesita ser redimido. Jesús manifiesta así la grandeza sublime del amor del Padre hacia el hombre y revela también que para ser salvados por Aquel que consumó el holocausto de la obediencia en la muerte de cruz, es necesario que el hombre obedezca también, negándose a sí mismo".+ AICA la hacen y la sostienen sus propios lectores mediante aportes voluntarios. Para enviar su donativo mediante tarjeta de crédito o de débito, transferencia bancaria, Pago Fácil, Rapipago y otras opciones, ingrese en: http://donar.aica.org/