El Papa recordó la dignidad de la vida humana "desde su concepción hasta su fin natural"

  • 26 de enero, 2018
  • Ciudad del Vaticano
El papa Francisco recibió esta mañana a los miembros de la Congregación para la Doctrina de la Fe, que por estos días participan de su asamblea plenaria en Roma. El Pontífice exhortó a los presentes a ayudar al hombre de hoy "a redescubrir su dignidad de hijo de Dios para construir un mundo más humano".
El papa Francisco mantuvo hoy un encuentro con miembros de la Congregación para la Doctrina de la Fe que por estos días participan de su asamblea plenaria en Roma. Francisco expresó su profundo aprecio por el delicado servicio que desarrollan y que responde a "los particulares lazos de este Dicasterio con el ministerio del Sucesor de Pedro, el cual está llamado a confirmar a los hermanos en la fe y a la Iglesia en la unidad". El Papa agradeció "por su empeño cotidiano de sostén al magisterio de los obispos, en la tutela de la recta fe y de la santidad de los sacramentos, en todas las variadas cuestiones que hoy requieren un discernimiento pastoral importante". El Santo Padre se refirió a temas como los graviora delicta ? los delitos más graves - y las solicitudes de disolución del vínculo matrimonial in favorem fidei, así como las tendencias neo-pelagianas y neo-agnósticas; la ética en la economía y las finanzas y el acompañamiento de los enfermos terminales. Además, subrayó la misión importante que desarrollan ante un "horizonte cada vez más fluido y mudable, que caracteriza el comprenderse a sí mismo del hombre de hoy y que tanto influye sobre las opciones existenciales y éticas" y reconoció que "el hombre de hoy ya no sabe quién es y, por lo tanto, se esfuerza por reconocer cómo actuar bien". En este sentido, consideró "fundamental" la tarea de la Congregación en "recordar la vocación transcendente del hombre y la inseparable conexión de su razón con la verdad y el bien, a la que introduce la fe en Jesucristo. Nada como la apertura de la razón a la luz que proviene de Dios ayuda al hombre a conocerse a sí mismo y el plan de Dios sobre el mundo", aseguró. Francisco expresó también su aprecio por el estudio que ha realizado la Congregación sobre algunos aspectos de la salvación cristiana, para reafirmar el significado de la redención en referencia a las tendencias neopelagianas y neognósticas actuales. "Estas tendencias son expresiones de un individualismo que depende de sus propias fuerzas para salvarse. Nosotros, por otro lado, creemos que la salvación consiste en la comunión con el Cristo resucitado que, gracias al don de su Espíritu, nos ha introducido en un nuevo orden de relaciones con el Padre y entre los hombres", recordó. El Papa mencionó también los estudios que está llevando a cabo "sobre las implicaciones éticas de una antropología adecuada también en el campo económico-financiero". El magisterio de la Iglesia, destacó, "siempre ha declarado claramente que ?la actividad económica debe realizarse según las leyes y los métodos propios de la economía, pero en el contexto del orden moral?". "Durante esta sesión plenaria, también estudió algunos temas delicados relacionados con el acompañamiento de pacientes terminales. En este sentido, el proceso de secularización, al absolutizar los conceptos de autodeterminación y autonomía, ha llevado al crecimiento de la demanda de eutanasia en muchos países como una afirmación ideológica de la voluntad del hombre de tener poder sobre la vida", advirtió Francisco, lo que ha llevado a "considerar la interrupción voluntaria de la existencia humana como una opción de ?civilización?", y recordó que "donde la vida es válida no por su dignidad, sino por su eficiencia y productividad, todo esto es posible. En este escenario, debe reiterarse que la vida humana, desde su concepción hasta su fin natural, tiene una dignidad que la hace intangible". "El dolor, el sufrimiento, el significado de la vida y la muerte son realidades que la mentalidad contemporánea se esfuerza por enfrentar con una mirada llena de esperanza. Y, sin embargo, sin una esperanza confiable que lo ayude a lidiar con el dolor y la muerte, el hombre no puede vivir bien y mantener una perspectiva segura frente a su futuro. Este es uno de los servicios que la Iglesia está llamada a hacer al hombre contemporáneo", sostuvo el Santo Padre. En ese sentido, recordó a los asambleístas que su misión "tiene una cara eminentemente pastoral", y los exhortó a ser "pastores auténticos" que no abandonen al hombre a sí mismo, ni los dejen en la empuñadura de su desorientación y de sus errores, sino que "con la verdad y la misericordia" los traigan de vuelta. Finalmente, recordó que un auténtico ministerio es "cualquier acción destinada a tomar por la mano del hombre, cuando ha perdido el sentido de su dignidad y de su destino, para dirigir con confianza, para volver a descubrir la paternidad amorosa de Dios, su buen destino y las formas de construir un mundo más humano". Esta, concluyó, "es la gran tarea que le espera a esta Congregación y a cualquier otra institución pastoral en la Iglesia".+