Mons. Aguer advirtió sobre "los conatos del totalitarismo laicista"

  • 6 de diciembre, 2017
  • La Plata (Buenos Aires) (AICA)
En un artículo publicado en el diario platense El Día, el arzobispo de La Plata, monseñor Héctor Aguer, advirtió que "los conatos del totalitarismo laicista surgen periódicamente, aquí y allá, con su pretensión de suprimir todo signo religioso cristiano en diversos ámbitos de la administración estatal" e hizo referencia a casos recientes en el ámbito de la educación.
El arzobispo de La Plata, monseñor Héctor Aguer, tituló "Variantes del totalitarismo argentino" un artículo publicado en el diario platense El Día, en el que recordó que "en la provincia de Buenos Aires, la Constitución de 1994 establece que los escolares bonaerenses deben ser formados según los principios de la moral cristiana, respetando la libertad de la conciencia". "Los sucesivos gobiernos han incumplido esta norma, que se refiere, obviamente, a las instituciones estatales. Por otra parte, el Estado pretende imponer en el subsistema educativo de la Iglesia ?que es también educación pública- contenidos curriculares contrarios a la doctrina católica", advirtió. "Este atropello se apoya en ordenamientos legales ilegítimos, contrarios al orden natural, que los católicos, en conciencia, no podemos aprobar, ni someternos a ellos, ya que contradicen la verdad sobre el hombre, accesible aun a la mera razón", agregó. El prelado insistió en advertir que "los conatos del totalitarismo laicista surgen periódicamente, aquí y allá, con su pretensión de suprimir todo signo religioso cristiano en diversos ámbitos de la administración estatal; un caso concreto es el subrepticio exilio del crucifijo, que ha debido revertirse a causa de la protesta de los ciudadanos". "¡Libertad, libertad, libertad! proclama nuestro Himno Nacional. Tengo muchas veces la impresión de que la muchedumbre que lo desentona, henchido el pecho de orgullo patriótico o con neutral desgano, ignora lo que está diciendo; o peor: el enano totalitario que lleva dentro lo convence de que ese grito sagrado lo autoriza a obrar como le venga en gana", concluyó.+ » Texto completo del artículo