Mons. Lozano: Las llagas de Cristo están en los que más sufren por la pandemia

  • 19 de abril, 2020
  • San Juan (AICA)
Reflexión semanal del arzobispo de San Juan de Cuyo

El arzobispo de San Juan de Cuyo, monseñor Jorge Eduardo Lozano, reflexionó sobre las dos apariciones de Jesús resucitado a sus discípulos, encuentro en los que les deja paz, alegría y el perdón de los pecados, y puntualmente sobre las dos enseñanzas que se pueden vislumbrar de la escena de Cristo mostrándole las llagas a uno de ellos que no creyó ese episodio.

“Para encontrar a Jesús tenemos que acercarnos a sus llagas y permanecer en la comunidad. Hoy las heridas de Jesús siguen abiertas en los que sufren: los pobres, hambrientos, enfermos, despreciados, pisoteados en su dignidad”, aseguró en su columna semanal haciendo referencia al drama que viven a raíz de la pandemia del coronavirus.

“En esta situación de aislamiento social ellos son los que llevan la peor parte. Los que viven en condiciones de hacinamiento ven que se multiplican las condiciones de violencia doméstica y abuso de todo tipo. Las mujeres sufren al no poder encarar tareas comunitarias que generan un sustento económico y sirven a su vez de contención afectiva”, advirtió.

Tras puntualizar que “algunos no llegan a los beneficios sociales a los cuales se accede por internet”, indicó que “muchos ancianos están solos y no pueden ser visitados por su familia”.

“Gracias a Dios la iniciativa solidaria de vecinos o comunidades parroquiales les dan una mano para comprar comida o remedios”, valoró, antes de pedir que se rezara por ellos.

Monseñor Lozano recordó que “este domingo celebramos la fiesta de la Divina Misericordia” y destacó: “Muchos expresan su devoción y cariño al cuadro que representa a Jesús Misericordioso que, resucitado, viene caminando a nuestro encuentro. De su pecho brotan sangre y agua, que representan a los sacramentos de la Eucaristía y el Bautismo”.

“Varios feligreses buscan obtener en esta jornada la indulgencia plenaria, y preguntaron cómo hacer en estas condiciones de aislamiento social. Hay varias excepciones contempladas por un decreto de la Santa Sede de junio de 2002, durante el pontificado de San Juan Pablo II”, explicó.

El arzobispo detalló que el decreto establece que “todos los que por justa causa no pueden abandonar su casa (…) podrán conseguir la indulgencia plenaria en el Domingo de la Misericordia”, con la intención de cumplir en cuanto sea posible, las tres condiciones habituales (oración por el Papa, Confesión y Comunión).

“Aprovechemos entonces esta gracia que se nos concede”, sugirió.+