Organizadas por la Federación de Asociaciones Educativas Religiosas de la Argentina (Faera), se llevaron a cabo el viernes 27 y sábado 28 de octubre en Córdoba las III Jornadas Nacionales de Pastoral Educativa.
Con una nutrida presencia de participantes de todo el país, la Federación de Asociaciones Educativas Religiosas de la Argentina(Faera) realizó, en el colegio Corazón de María de la ciudad de Córdoba, sus III Jornadas Nacionales de Pastoral Educativa.
Con el título "Innovación Educativa y Formación Integral" e inspirados en la frase de los discípulos de Emaús "¿No sentíamos arder nuestro corazón cuando nos hablaba?", los participantes escucharon la disertación "El desarrollo de habilidades socio-emocionales en la promoción del bienestar y la prevención de la violencia", a cargo de la licenciada Begoña Ibarrola y de 26 talleres simultáneos, preparados por los propios participantes a partir de sus búsquedas y proyectos en el área.
Participaron del acto inaugural el arzobispo de Córdoba,
monseñor Carlos Ñáñez, la vicepresidenta del Consudec, María Inés Rubí y la presidenta de la Junta Arquidiocesana de Educación Católica, Carolina Parma.
El presidente de Faera, hermano Martín Digilio, subrayó el enfoque transversal e identitario de la pastoral educativa para las escuelas católicas y la convocatoria a un amplio acuerdo educativo en el país.
"Es de vital importancia recordarnos que esta responsabilidad de aportar a la comunión de la Iglesia nos toca a todos. Cada día más debemos habitar los espacios pastorales de las Iglesias locales, como laicos o religiosos que vivimos el Evangelio con el acento particular de nuestro carisma", señaló, y destacó la misión de "formar hombres y mujeres comprometidos con el Reino de Dios que crece en medio de su Pueblo".
"Faera quiere ser, en el concierto de la educación argentina, una voz serena, dialogal, que exprese los intereses, la promoción y la defensa de los derechos de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes de nuestra sociedad, sobre todo de los más pobres; y la calidad y el valor de los educadores", afirmó.
Finalmente, invitó a celebrar la Jornada Mundial de los Pobres, convocada por el papa Francisco "como una extensión del Jubileo de la Misericordia y para no invisibilizar el dolor que tantos hermanos y hermanas nuestras viven en el mundo. Interpretamos que no se trata de dedicar 24 horas para pensar y actuar en favor de los pobres", explicó, y convocó a "que cada obra educativa se sume y participe de las acciones pastorales que la Iglesia local proponga para esta celebración, y que puedan enfatizar en cada obra educativa esta celebración en el marco de la santidad de vida a la que somos llamados como hijos de Dios".
Más información y crónica de las Jornadas en la página de Faera:
www.federaciónfaera.org.+