El arzobispo de La Plata, Mons. Héctor Aguer, bendijo el viernes 6 de octubre el Cementerio Parque Municipal "Ciudad de Ensenada". La inauguración de la necrópolis contó con la asistencia de sacerdotes de Berisso y Ensenada; del intendente Mario Secco; otras autoridades civiles y militares, y representantes de las fuerzas vivas de la ciudad.
El arzobispo de
La Plata, monseñor
Héctor Aguer, bendijo en la tarde del viernes 6 de octubre el Cementerio Parque Municipal "Ciudad de Ensenada". La inauguración de la necrópolis contó con la asistencia de sacerdotes del Decanato Berisso?Ensenada; del intendente Mario Secco; otras autoridades civiles y militares, y representantes de las fuerzas vivas de la ciudad.
Durante la celebración eucarística el prelado platense leyó el pasaje de la Primera Carta de San Pablo a los Corintios referido a la Resurrección de Cristo. Y explicó que la palabra cementerio viene del término griego koimetérion, que significa dormitorio. "En un cementerio -subrayó- los cuerpos de los difuntos esperan la resurrección final. Esta es nuestra fe; esta es nuestra certeza absoluta de la victoria definitiva".
Sostuvo, asimismo, que "con esta obra se cumple un deseo largamente esperado por varias generaciones de ensenadenses. Ahora serán sepultados aquí los restos de quienes amaron esta ciudad, lucharon por su grandeza y dejaron aquí sus seres más queridos".
Consultado por la prensa, monseñor Aguer recordó que "sepultar a los difuntos es una obra de misericordia corporal, enseñada por Nuestro Señor Jesucristo; y que debe cumplirse de la manera correcta. En caso de cremación, las cenizas deben depositarse en los cinerarios parroquiales o en los cementerios. No está permitido, de ninguna manera, arrojar las cenizas a canchas de fútbol, u otros lugares públicos; conservarlas en las casas, o hacer con ellas souvenires".+