La Santa Sede muy preocupada por la crisis en la República Centroafricana

  • 20 de septiembre, 2017
  • Nueva York (Naciones Unidas)
El secretario para las Relaciones con los Estados de la Santa Sede, monseñor Paul R. Gallagher, intervino ayer, martes 19 de septiembre, en Nueva York, durante la reunión ministerial cerrada sobre la República Centroafricana, en la 72ª Sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas. En su intervención monseñor Gallagher manifestó que la Santa Sede "desea que se adopten medidas más eficaces para proteger a los civiles, sin distinción de credo religioso o rango, a fin de evitar la parcialidad y ganar una mayor confianza de la población local".
El secretario para las Relaciones con los Estados de la Santa Sede, monseñor Paul R. Gallagher, intervino ayer, martes 19 de septiembre, en Nueva York, durante la reunión ministerial cerrada sobre la República Centroafricana, en la 72ª Sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas. En su intervención monseñor Gallagher manifestó que la Santa Sede "está muy preocupada por la intensificación del conflicto en curso en la República Centroafricana, que está causando ulteriores muertes y heridos entre la población civil y agravando la situación de los refugiados y los desplazados internos". El representante vaticano señaló que la Santa Sede "aprecia el papel de la Minusca (Misión Multidimensional Integrada de Estabilización de Naciones Unidas en República Centroafricana), sin embargo, también desea que se adopten medidas más eficaces para proteger a los civiles, sin distinción de credo religioso o rango, a fin de evitar la parcialidad y ganar una mayor confianza de la población local". Monseñor Gallagher pidió que "el aumento del número de fuerzas de paz y la reorganización de sus operaciones deben tener como prioridad la protección de la seguridad de todos los ciudadanos y el restablecimiento de la paz", especialmente indicó "que defienda la dignidad de personas indefensas, para que garantice su seguridad personal y libertad de movimiento y para protegerlas de las agresiones armadas y de cualquier abuso o humillación que degradaría su dignidad humana". "La Comunidad Internacional ?agregó más adelante el secretario para las relaciones con los Estados de la Santa Sede- está llamada a dar todo el apoyo necesario para el desarrollo democrático e inclusivo de aquellas estructuras que permitan el crecimiento del país". Si bien reconoció que este deber corresponde en primer lugar al Gobierno, "a su vez, dijo monseñor Gallagher, requiere la acción coordinada de la Comunidad Internacional, para que la ayuda financiera prometida durante la Conferencia de Bruselas del pasado otoño sea puesta a disposición, dando una inyección de recursos al país y facilitando su reconstrucción así como su recuperación financiera". El representante de la Santa Sede indicó seguidamente que "en cualquier país, una dinámica sana entre las diversas fuerzas políticas sólo puede lograrse mediante un diálogo sincero", por lo tanto apeló a que la Comunidad Internacional ayude a que "este diálogo se convierta en el camino privilegiado para llegar a la paz y dar a la República Centroafricana la estabilidad necesaria para su renovación social, económica y política" y subrayó que "el diálogo es la única solución a cualquier conflicto armado y la única manera de silenciar las armas de guerra y dar vida a palabras de reconciliación". Por último monseñor Gallagher señaló los puntos que ese proceso de diálogo debe prever para lograr un resultado fructífero: Un alto el fuego entre todas las partes en conflicto; los medios adecuados para desarmar a los diversos grupos armados, estudiando la mejor manera de reinsertar a sus miembros en la comunidad civil y democrática; justicia para las víctimas de atroces ataques a la población desarmada y el retorno garantizado de migrantes y refugiados, tanto cristianos como musulmanes, que deberían poder tomar posesión de sus bienes y volver a una vida serena y tranquila. "En este esfuerzo de diálogo inclusivo, concluyó el representante vaticano en las Naciones Unidas, no faltará el compromiso de la Iglesia Católica. Junto con otras confesiones religiosas, la Iglesia buscará lo que une, mientras rechaza lo que causa división o controversia, ya que la búsqueda de la paz viene antes que cualquier otro bien".+