Los Misioneros de la Misericordia participan del Encuentro Nacional de Sacerdotes

  • 5 de septiembre, 2017
  • Buenos Aires (AICA)
Mediante la carta apostólica Misericordia et Misera, el papa Francisco confirmó el servicio de los Misioneros de la Misericordia, prolongándolo "hasta nuevo aviso". Los decretos correspondientes fueron publicados en abril 2017 por el Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización. Confirmados en su ministerio, los Misioneros argentinos participan del Encuentro Nacional de Sacerdotes en Villa Cura Brochero.
Por decisión del papa Francisco, el servicio de los Misioneros de la Misericordia fue confirmado para que se prolongue hasta nuevo aviso, como "signo concreto de que la gracia del Jubileo sigue siendo viva y eficaz, a lo largo y ancho del mundo". Así lo expuso el pontífice en su carta apostólica "Misericordia et Misera", publicada el 20 de noviembre de 2016 con motivo de la clausura del Jubileo extraordinario de la Misericordia. En abril, el Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, publicó los decretos correspondientes, confirmando en su servicio a los sacerdotes que han decidido continuar en este ministerio particular. En la carta que acompaña los decretos, monseñor Rino Fisichella, Presidente del Pontificio Consejo, transmite a los Misioneros algunos encargos particulares: "Como sucedió durante el Jubileo, en esta nueva fase de tu servicio, te pido que permanezcas a disposición de los párrocos, rectores de santuarios y obispos diocesanos, animando misiones populares e iniciativas relacionadas especialmente con la celebración del sacramento de la Reconciliación y con la predicación del Misterio de la Misericordia divina, sobre todo en los momentos ?fuertes?del año litúrgico", pidió, y recordó que "no está demás que también tú te hagas activo promotor de tu servicio, proponiendo la organización de dichos momentos". El decreto recuerda que los misioneros "deben encarnar especialmente las actitudes requeridas para todo confesor, nominadas en Misericordia et Misera, y que siguen vigentes las facultades extraordinarias concedidas el 10 de febrero de 2016, en la celebración del miércoles de ceniza en la Basílica de San Pedro". Entre las facultades recibidas durante el Año Santo, que continúan vigentes a partir de la renovación, el Pontificio Consejo les recuerda que están limitadas a la absolución de los siguientes pecados que comportan una censura reservada a la Sede Apostólica: 1. Profanación de las especies eucarísticas mediante sustracción o detención de las mismas para uso sacrílego; 2. Violencia física contra el Romano Pontífice; 3. Absolución del cómplice en pecado contra el sexto Mandamiento del Decálogo; 4. Violación directa del sigilo sacramental por parte del confesor; 5. Captación y/o divulgación mediante medios de comunicación social del contenido de la confesión sacramental verdadera o simulada. "Respecto a la remisión de la censura, es suficiente que el misionero acompañe la fórmula habitual de absolución, que permanece invariada, con la intención de absolver también la censura. Sin embargo, de considerarse oportuno y para dar mayor serenidad al penitente, se podrá pronunciar también la fórmula para absolver las censuras propuesta en el Apéndice I del Ritus Poenitenciae (al respecto conviene consultar la versión del Ritual de la Penitencia vigente en tu territorio), antes de absolver los pecados con la fórmula habitual". El decreto concluye con el agradecimiento por el trabajo realizado durante el Jubileo y por la disponibilidad para proseguir, y desea un fecundo ministerio lleno de bendiciones. En la Argentina, los Misioneros de la Misericordia son los presbíteros José Luis Quijano, de San Isidro, Buenos Aires (ver testimonio); Carlos Gustavo Arce, de la parroquia San Pantaleón, de Villa de la Concepción del Río Cuarto, Córdoba; Lucas Martín Salcedo, de la diócesis de San Nicolás, Buenos Aires; y Ariel Fernando Manavella, de la parroquia San Antonio de Padua, Oberá, Misiones. Por estos días participan del Encuentro Nacional de Sacerdotes en Villa Cura Brochero y pueden ser llamados directamente a sus parroquias o bien por medio de sus obispos.+