El Papa alentó a la juventud asiática a responder con valentía al llamado de su propia vocación
- 8 de agosto, 2017
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Yakarta (Indonesia)
El domingo 7 de agosto concluyó en Yakarta, Indonesia, la VII Jornada de la Juventud Asiática (AYD 2017) que llevó por tema: "¡Alegre juventud asiática! Vivir el Evangelio en el Asia multicultural". Más de 20.000 jóvenes de las comunidades católicas de la isla de Java, junto con delegados de 22 países del continente, asistieron a la ceremonia de clausura en la que se leyó un mensaje del cardenal Pietro Parolín, Secretario de Estado del Vaticano, en nombre del papa Francisco
El domingo 7 de agosto concluyó en Yakarta, Indonesia, la VII Jornada de la Juventud Asiática (AYD 2017) que llevó por tema: "¡Alegre juventud asiática! Vivir el Evangelio en el Asia multicultural".
Más de 20.000 jóvenes de las comunidades católicas de la isla de Java, junto con delegados de 22 países del continente, asistieron a la ceremonia de clausura en la que se leyó el mensaje del cardenal Pietro Parolín, Secretario de Estado del Vaticano, en nombre del papa Francisco, en el que el pontífice expresó el deseo de que los jóvenes sepan "escuchar con mayor atención la llamada de Dios y que respondan a su vocación, con fe y valentía".
Antes de impartir su bendición apostólica, el papa Francisco invitó en su mensaje a los jóvenes asiáticos a mirar a la Madre del Señor como un "modelo de discipulado misionero" y "a hablarle a ella como se habla a una madre, confiando siempre en su intercesión amorosa".
La misa de clausura tuvo lugar en la Academia de la Fuerza Aérea de Indonesia y fue presidida por el arzobispo de Bombay (India), cardenal Oswald Gracias y concelebrada por el cardenal Louis Antonio Tagle, arzobispo de Manila (Filipinas), el cardenal Patrick D?Rozario, arzobispo de Dacca (Bangladesh) y el cardenal Julius Darmaatmadja, arzobispo emérito de Yakarta (Indonesia).
Durante la homilía, monseñor Ignatius Suharyo, arzobispo de Yakarta y presidente de la Conferencia episcopal indonesia (KWI), citó el ejemplo de la experiencia espiritual de Santa Teresa Benedicta de la Cruz y de un catecúmeno javanés. El prelado exhortó a los jóvenes volverse "testigos" de la gloria de Dios.
"A veces ésta se manifiesta en el rostro y en el corazón del ser humano que logra "transformar" los sinsabores en una alegría bíblica", afirmó monseñor Suharyo. Seguidamente el arzobispo de Yakarta los convocó a la comunión y a la unidad, a pesar de las diferencias, a través de tres virtudes cristianas; la fe, la esperanza y el amor, y concluyó: "Que todos podamos ser bendecidos con la alegría de las virtudes bíblicas, a fin de que nuestra vida cotidiana pueda ser enriquecida para hacer brillar la gloria de Dios, que ha vuelto espiritualmente posible mejorar nuestras vidas".
Al término de la ceremonia, el presidente de la KWI tomó nuevamente la palabra para hacer un llamado a la paz y a la coexistencia, un tema muy actual en la sociedad y en la política indonesias. En los últimos meses, en toda Indonesia han tenido lugar numerosos episodios de intolerancia hacia las minorías religiosas. A pesar de las tendencias islamistas promovidas por algunos movimientos y partidos políticos radicales, la sociedad civil ha reaccionado ratificando la necesidad de defender el pluralismo, fundamento de la nación indonesia.
La Iglesia católica es una voz autorizada en el diálogo inter-religioso y la AYD se ha convertido en un importante momento de encuentro, en el cual incluso han participado algunas organizaciones islámicas moderadas y varios líderes musulmanes.
Entre las autoridades civiles de Indonesia que participaron de la clausura de la VII Jornada de la juventud asiática estuvieron presentes el vicepresidente Jusuf Kalla; el ministro de Deporte y Juventud Nahrawi; Ignasius Jonan, ministro de Energía y Recursos mineros; Hamengku Buwono X, sultán y gobernador de Yakarta; los jefes del ejército y la policía a nivel provincial; el director de la Academia aeronáutica que hospedó la ceremonia.
El vicepresidente de la República de Indonesia intervino para reafirmar el espíritu de pluralismo y respeto mutuo, del cual la nación tiene tanta necesidad. "Nosotros los indonesios ?afirmó Jusuf Kalla? conocemos muy bien nuestro lema nacional ?Bhinneka Tunggal Ika? [Unidad en la diversidad, ndr]. Esto quiere decir que nuestro poder reside en nuestra diversidad". Luego exaltó el espíritu de la AYD: "Estoy orgulloso de estar aquí con ustedes, porque me doy cuenta muy bien de que el futuro de las naciones asiáticas está en manos de los jóvenes". Al son del gong, instrumento musical tradicional de Java, el vicepresidente finalmente dio por concluida la séptima edición de la AYD.
Por su parte el cardenal Oswald Gracias, presidente de la Federación de las Conferencias episcopales de Asia (FABC), fue el encargado de comunicar que la octava edición de la AYD se llevará a cabo en la India, en 2020. +