Los jóvenes y las familias, destinatarios de la reflexión de la novena patronal en Formosa

  • 6 de julio, 2017
  • Formosa (AICA)
El obispo de Formosa, monseñor José Vicente Conejero Gallego, destacó que en julio se celebra la fiesta patronal diocesana en honor de Nuestra Señora del Carmen, por lo que el pueblo formoseño "se llena de júbilo y de alegría", e indicó que la celebración de este año se enmarca en los 60 años de la creación de la diócesis. Y afirmó que el lema es una doble súplica al Espíritu Santo por la intercesión de María: "Dejarnos conducir por el camino de la comunión y de la paz, y hacernos capaces de anunciar, sin miedos, la alegría del Evangelio".
El obispo de Formosa, monseñor José Vicente Conejero Gallego, destacó que en julio se celebra la fiesta patronal diocesana en honor de Nuestra Señora del Carmen, por lo que el pueblo formoseño "se llena de júbilo y de alegría". "Como cuando uno, después de un cierto tiempo, se encuentra de nuevo con su madre, preparándose previamente para ello; y si esta Madre es María, madre de Jesús, madre de la Iglesia y de la humanidad entera, la alegría es mayor aún", agregó en su editorial en el periódico diocesano Peregrinamos. El prelado indicó que la celebración de este año se enmarca en el sesenta aniversario de la creación de la diócesis y el décimo de los festejos de nuestras bodas de oro, presididos por el entonces cardenal Jorge Mario Bergoglio, actualmente papa Francisco, y aseguró que el lema es una doble súplica al Espíritu Santo por la intercesión de María: "Dejarnos conducir por el camino de la comunión y de la paz, y hacernos capaces de anunciar, sin miedos, la alegría del Evangelio". Asimismo, precisó que los jóvenes, acompañados por Jesucristo, el amigo eternamente joven, y las familias, serán los principales destinatarios de los temas y reflexiones de la novena patronal. Monseñor Conejero Gallego aseguró que "los misterios de la vida de María iluminan el misterio de nuestro ser, vocación y misión en la Iglesia y en el mundo". "María es la llena de gracia, la más privilegiada de todas las criaturas, tanto por los méritos de su Hijo Jesucristo, como también por su humildad y docilidad libre a la voluntad de Dios. Ella cantó la grandeza del Señor y se alegró en Él, su Salvador. Fue humilde, reconociendo que Dios realizó en ella obras grandes. Su cántico del Magnificat es el espejo y resplandor de su alma!", agregó. El prelado sostuvo que "en la bella oración a la Virgen del Carmen de monseñor Raúl Marcelo Scozzina, primer obispo de Formosa, se recorren también las etapas del designio divino sobre María: su Inmaculada Concepción, al ser predestinada desde toda la eternidad; su Maternidad divina, al hacerse carne el Verbo de Dios en su seno virginal; su intercesión por los hombres en Caná; su presencia de pie junto a la Cruz y en Pentecostés, como Madre de la Iglesia". "¡Cuánto nos alegran e iluminan, cuánto nos consuelan y llenan de esperanza los misterios de la vida de María!: Su Inmaculada Concepción, su Virginidad, su Maternidad Divina, su Gloriosa Asunción a los cielos, y su constante intercesión. ¡Gracias, Señor. Gracias, María, por ser la Madre de Jesús y Madre nuestra! ¡Nuestra Señora del Carmen, Madre de los formoseños, ruega por nosotros!", concluyó.+ » Texto completo del editorial