A 25 años de su ordenación episcopal, los obispos argentinos felicitan al Papa

  • 27 de junio, 2017
  • Buenos Aires (AICA)
Con motivo de cumplirse el 25º aniversario de la ordenación del papa Francisco como obispo, la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) envió una carta al Santo Padre, en la que los obispos argentinos expresan sus felicitaciones y celebran la acción de gracias por su vida y su ministerio.
La Conferencia Episcopal Argentina envió una carta al papa Francisco, al cumplirse 25 años de su ordenación episcopal. En la misiva, firmada por el presidente de la CEA y arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz, José María Arancedo, y por Carlos Malfa, secretario general de la CEA y obispo de Chascomús, agradecen por el don de la vida y el ministerio del Santo Padre. Los prelados dan gracias por su fidelidad, que permitió que el Señor lo vaya guiando "para llevar, primero al pueblo de Dios en Buenos Aires y en la Argentina, y luego en todo el mundo, la necesidad de confiar en la bondad del Padre y su misericordia y de encontrarnos con Él en los pobres y los que sufren". "Ayer como hoy, sus palabras y gestos son una invitación que nos urge a salir de la comodidad, de achicar distancias y tocar la carne sufriente de Cristo en el pueblo", agrega la carta, y recuerda que "en aquella oportunidad, usted también nos invitaba a dar gracias a Dios", por haber recibido el don de la fe. Los miembros de la CEA reconocen que las palabras de Francisco "nos iluminan y exigen ser ?Iglesia en salida? al servicio de la misión permanente, para llevar la ternura de Dios a las periferias geográficas y existenciales más contradictorias". "Hoy queremos renovar nuestra fidelidad a su persona y magisterio, recordando de manera especial el tiempo que ha compartido y servido entre nosotros y dando gracias por su generoso sí hace 25 años, como ante cada misión que el Señor, a través de la Iglesia, le ha encomendado", afirman, y concluyen invitando a rezar por el Papa, a celebrar hoy la Eucaristía para que su servicio prosiga a la comunión de la Iglesia y como artífice de Paz y Justicia entre los pueblos. "Como argentinos siempre aguardamos su visita y pedimos a Nuestra Señora de Luján que lo proteja con su amor maternal", concluyen.+ Texto de la Carta enviada al Santo Padre Buenos Aires, 27 de junio de 2017 Querido Santo Padre: "La bondad del Señor sobrepasa cualquier expectativa y, cuando la descubrimos en la vida, el Espíritu Santo nos inspira sentimientos de gratitud y oración de acción de gracias. Su bondad se nos muestra en que Él permanece fiel a su Palabra; Él no se desdijo de su promesa de estar todos los días, con nosotros, hasta el fin del mundo. (?) Hoy todos nosotros podemos celebrar la acción de gracias porque somos conscientes de que el Espíritu Santo sigue santificando a su Iglesia; porque somos conscientes de que Jesús sigue sufriendo su cruz en tantos hermanos y hermanas que, con sus vida, nos piden por favor que "no demos un rodeo" sino que nos "hagamos prójimos" y descubramos, en sus llagas dolorosos, las mismas de Cristo. Todos nosotros podemos celebrar hoy la acción de gracias sabiéndonos pecadores, pero sabiendo también que el Padre sigue oteando el horizonte de nuestro regresar arrepentido". Estas palabras suyas, pronunciadas hace 25 años al recibir la ordenación episcopal en la Catedral de Buenos Aires, resuenan en nuestros corazones para unirnos a todo el pueblo fiel que agradece a Dios el don de su vida y ministerio. Damos gracias por su fidelidad ya que, en estas palabras, encontramos cómo el Señor lo ha ido guiando para llevar, primero al pueblo de Dios en Buenos Aires y en Argentina, y luego en todo el mundo, la necesidad de confiar en la bondad del Padre y su misericordia y de encontrarnos con Él en los pobres y los que sufren. Ayer como hoy, sus palabras y gestos son una invitación que nos urge a salir de la comodidad, de achicar distancias y tocar la carne sufriente de Cristo en el pueblo. En aquella oportunidad usted también nos invitaba a dar gracias a Dios "porque hemos recibido el don de la fe, esa fe que peregrinó a lo largo de los tiempos porque existieron madres y abuelas que, como bandera de victoria, trazaron la señal de la cruz sobres sus pequeños; porque existieron hombres y mujeres que deshilacharon sus vidas en la predicación de la Palabra de Dios y en el servicio de la caridad; y porque todos ellos, sin pretensiones, esperaron la manifestación de lo que creían". En este reconocer al pueblo como sujeto de la evangelización hoy también sus palabras, desde su misión de presidirnos en la caridad, nos iluminan y exigen ser "Iglesia en salida" al servicio de la misión permanente, para llevar la ternura de Dios a las periferias geográficas y existenciales más contradictorias. Hoy queremos renovar nuestra fidelidad a su persona y magisterio, recordando de manera especial el tiempo que ha compartido y servido entre nosotros y dando gracias por su generoso sí hace 25 años, como ante cada misión que el Señor, a través de la Iglesia, le ha encomendado. Hemos invitado a toda la Argentina a rezar por usted, celebrando la Eucaristía en este día de sus bodas de plata episcopales, para que prosiga su servicio a la comunión de la Iglesia y como artífice de Paz y Justicia entre los pueblos. Como argentinos siempre aguardamos su visita y pedimos a Ntra. Sra. de Luján que lo proteja con su amor maternal. + José María Arancedo, Arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz y Presidente de la C.E.A + Carlos H. Malfa, obispo de Chascomús y Secretario General de la C.E.A.