Mons. Fisichella: La "Jornada de los Pobres" surgió espontáneamente del corazón del Papa

  • 13 de junio, 2017
  • Ciudad del Vaticano
"Será esta una jornada en que toda la comunidad cristiana deberá ser capaz de tender la mano a los pobres, a los débiles, a los hombres y mujeres cuya dignidad es pisoteada con demasiada frecuencia", explicó el presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización, monseñor Rino Fisichella, al presentar esta mañana, en la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el Mensaje para la Primera Jornada Mundial de los Pobres, instituida por el papa Francisco al final del Jubileo de la Misericordia, el último domingo del tiempo ordinario (este año será el 19 de noviembre).
"Será esta una jornada en que toda la comunidad cristiana deberá ser capaz de tender la mano a los pobres, a los débiles, a los hombres y mujeres cuya dignidad es pisoteada con demasiada frecuencia", explicó el presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización, monseñor Rino Fisichella, al presentar esta mañana, en la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el Mensaje para la Primera Jornada Mundial de los Pobres, instituida por el papa Francisco al final del Jubileo de la Misericordia, el último domingo del tiempo ordinario (este año será el 19 de noviembre). Monseñor Fisichella relató cómo y cuándo surgió la iniciativa de dedicar una Jornada para los pobres: "Era el domingo 13 de noviembre de 2016, mientras en todas las catedrales del mundo se cerraban las Puertas de la Misericordia, el papa Francisco celebraba en la basílica de San Pedro el Jubileo dedicado a todas las personas marginadas socialmente", comenzó explicando el presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización. En aquella ocasión el pontífice expresó en su homilía: "Pidamos la gracia de no apartar los ojos de Dios que nos mira y del prójimo que nos cuestiona. Hacia allí se dirige la lente de la Iglesia y a la luz de estas reflexiones, quisiera que hoy sea la «Jornada de los pobres»", concluyó Francisco su homilía. Monseñor Fisichella explicó que "la frase final no estaba en el texto de la homilía preparado para esta circunstancia. El papa Francisco la pronunció de forma espontánea, viendo los miles de pobres que estaban presentes en la celebración eucarística, y que habían hablado con él en los días previos". "Probablemente, añadió monseñor Fisichella, precisamente las miradas y las lágrimas de esas personas se le habían grabado con fuerza, cuando, levantando los ojos del texto, anunció el deseo de una "Jornada de los pobres". El deseo, de todas formas, pronto se convirtió en una realidad", señaló el prelado. Sobre el Mensaje del Santo Padre para esta jornada que se presentó hoy, explicó el presidente del Consejo Pontificio para la promoción de la Nueva Evangelización "recuerda la frase bíblica de la primera carta de Juan: No amemos de palabra sino con obras. Con este lema, se quiere configurar el sentido de la celebración mundial", explicó. Monseñor Fisichella señaló que el Mensaje que se presenta hoy en ocho idiomas (italiano, francés, Inglés, alemán, polaco, español, portugués y árabe) gira en torno a dos expresiones que delinean su significado profundo y constituyen la síntesis. La primera se refiere a la cita del Salmo: «Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha» (Sal 34,7). La Iglesia no puede permanecer insensible frente al grito de los pobres; desde el principio de su historia, y a lo largo de los siglos, la comunidad cristiana evitando cualquier retórica se puso al servicio de los más necesitados. La segunda expresión se centra en el término compartir. Partiendo del ejemplo de san Francisco, que "no se conformó con abrazar y dar limosna a los leprosos", sino que comprendió que la verdadera caridad consistía en estar juntos, cerca, compartiendo el dolor y el sufrimiento de la enfermedad, así como el malestar de la marginación. "El desafío que se quiere plantear, como puede verse, consiste en salir de la indiferencia, de las certezas y de la comodidad que a menudo son los lugares privilegiados de una cultura del bienestar, para reconocer que la pobreza también es un valor con el que confrontarse", concluyó monseñor Fisichella. El logo de la Jornada El logo de la Jornada Mundial de los Pobres, explicó monseñor Fisichella, refleja el sentido de "reciprocidad". "Se muestra una puerta abierta y en el umbral dos personas. Ambas tienden su mano; una porque pide ayuda, la otra porque quiere ofrecerlo. De hecho, es difícil de entender cuál de los dos es el verdadero pobre. O más bien, ambos son pobres. Quien tiende su mano para entrar pide compartir, quien tiende su mano para ayudar es invitado a salir para compartir. Son dos manos tendidas que se encuentran donde cada una ofrece algo. Dos brazos que expresan solidaridad y que llaman a no quedarse en el umbral, sino a salir al encuentro del otro". Cómo se celebrará la Jornada de los Pobres El presidente del Consejo Pontificio para la promoción de la Nueva Evangelización expresó que "concretamente, las Iglesias particulares están invitadas a encontrar todas las maneras más adecuadas para dar continuidad a lo que ya existe y marca la vida del gran mundo del voluntariado". El papa Francisco pide que todos se comprometan, especialmente durante la semana anterior a "organizar diversos momentos de encuentro y de amistad, de solidaridad y de ayuda concreta. (n. 7). También se pide, además, que se invite a los pobres y a los voluntarios a participar juntos en la santa Eucaristía del domingo y sucesivamente a dar la bienvenida a los pobres como "invitados de honor" en nuestra mesa. Para que los sacerdotes y el mundo del voluntariado puedan vivir más intensamente estos momentos, el Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización preparó un subsidio pastoral que estará disponible a partir de septiembre. El Papa Francisco estará directamente involucrado en la celebración de este Jornada en la que presidirá la santa misa en la basílica de San Pedro, junto con muchos pobres y voluntarios. Para los voluntarios, en particular, habrá una vigilia de preparación el sábado 18 de noviembre en la iglesia de San Lorenzo Extramuros para recordar al gran santo romano que, elevando la figura del pobre a verdadero "tesoro" de la Iglesia, se entregó al martirio, como testimonio perenne de su servicio de caridad. Será un momento para expresar la gratitud también a los que a diario y en silencio viven el servicio de asistencia a los pobres, y una invitación para que muchos otros se unan a su testimonio. "La intención del papa Francisco encerrada en el Mensaje que envía hoy a toda la Iglesia, es la esperanza de que "esta nueva Jornada Mundial se convierta para nuestra conciencia creyente en un fuerte llamamiento, de modo que estemos cada vez más convencidos de que compartir con los pobres nos permite entender el Evangelio en su verdad más profunda", concluyó monseñor Fisichella.+