Mons. Buenanueva: La fe es un camino que se transita con otros

  • 30 de mayo, 2017
  • San Francisco (Córdoba)
El obispo de San Francisco, monseñor Sergio Osvaldo Buenanueva, dedicó su reflexión semanal sobre el Credo a explicar el inicio de la oración con la que profesamos nuestra fe: "Creo en Dios?" y se refirió a la experiencia social de la fe.
Monseñor Sergio Osvaldo Buenanueva, obispo de San Francisco, reflexionó esta semana sobre la frase que da inicio al Credo: "Creo en Dios?" "Ese "creo" no es la afirmación de un individuo que se aventura, solitario y audaz, por los caminos de la fe. Es siempre, a la vez e inseparablemente, un acto profundamente social", manifestó el obispo. La fe es personal. Reclama siempre la propia conciencia y libertad. Pero nadie existe en solitario. La libertad de cada uno está junto a la libertad de los demás. Los hombres estamos unidos, unos a otros, por vínculos muchas veces imperceptibles pero muy reales", detalló el prelado, y explicó que la fe cristiana tiene la misma dinámica: "me ubica junto a los demás, entreteje mi biografía con la de los demás. La fe me libera así de la soledad, colmándome con la alegría de la comunión". El obispo afirmó que, en la experiencia cristiana, el "creo" de cada uno sólo es posible en el espacio del "creemos" de toda la Iglesia "No podemos separar a Cristo de sus discípulos, ni a éstos de Él", sostuvo. "La experiencia del encuentro con el Resucitado solo es posible en el seno de una comunidad que vive la fe como esperanza confiada y como amor activo, solidario y transformante de la realidad", enfatizó el prelado, y añadió que "ahí está el Resucitado. Ahí se transmite, se recibe y se acoge la fe como una forma de vida. Ahí nos alcanza su Palabra y el sacramento que lo hace presente". "Cristo es inseparable de la comunidad que cree en Él y, con todos sus límites y miserias, lo hace visible en nuestra historia", aseguró monseñor Buenanueva, y recordó que "nadie se ha dado la fe a sí mismo, como nadie se ha dado la vida a sí mismo. El creyente ha recibido la fe de otro, debe transmitirla a otro", ya que cada creyente es un eslabón de una cadena: "Yo no puedo creer sin ser sostenido por la fe de los otros, y por mi fe yo contribuyo a sostener la fe de los otros", continuó. Para finalizar, el prelado explicó que la Iglesia es una red de personas, comunidades, carismas y servicios, por la que circula la vida misma de Cristo resucitado. "La fe es un camino que se transita con otros", concluyó.+ » Texto completo de la reflexión