"Las animo a ser profetas de esperanza, con los ojos fijos en el futuro, allí donde el Espíritu empuja, para continuar haciendo grandes cosas con ustedes", dijo el Santo Padre Francisco este lunes 22 de mayo a las participantes del Capítulo General de las Pías Discípulas del Divino Maestro, al recibirlas en audiencia en la Sala del Consistorio del Palacio Apostólico Vaticano.
"Las animo a ser profetas de esperanza, con los ojos fijos en el futuro, allí donde el Espíritu empuja, para continuar haciendo grandes cosas con ustedes", dijo el Santo Padre Francisco este lunes 22 de mayo a las participantes del Capítulo General de las Pías Discípulas del Divino Maestro, al recibirlas en audiencia en la Sala del Consistorio del Palacio Apostólico Vaticano.
Francisco les dio la bienvenida y saludó a la nueva superiora general -Hermana M. Micaela Monetti- y a las nuevas consejeras elegidas en el marco del Capítulo General que deseó sea un "tiempo importante para aportar abundantes frutos en la vida del instituto".
El Santo Padre hizo hincapié en los frutos de comunión y afirmó que "nuestro Dios es el Dios de la historia y nuestra fe es una fe que opera en la historia. En los cuestionamientos y en las esperas de los hombres y de las mujeres de hoy encontramos indicaciones importantes para nuestro seguimiento de Cristo".
Asimismo el pontífice pidió a las religiosas "cultivar el diálogo y la comunión con los otros carismas y combatir toda forma de autorreferencialidad. Es feo cuando un consagrado o una consagrada es autorreferencial, que está siempre delante del espejo mirándose".
"No se cansen ?subrayó Francisco- de ejercitar continuamente el arte de la escucha y del compartir". "En este tiempo de grandes desafíos, que requieren a los consagrados fidelidad creativa y búsqueda apasionada, la escucha y el compartir son más necesarios, si queremos que nuestra vida sea plenamente significativa para nosotros mismos".
Por otra parte señaló el Papa "es necesario mantener un clima de discernimiento, para reconocer aquello que pertenece al Espíritu y lo que es contrario". "Ante nosotros se abre un mundo de posibilidades" y "la cultura en la que estamos inmersos se presenta a todos como válida y buena, pero si no queremos caer víctimas de la cultura del zapping y, a veces, de una cultura de muerte, debemos incrementar el hábito del discernimiento, formarnos y formar al discernimiento".
El Santo Padre destacó, además, la importancia de vivir "la profecía de la alegría" que nace del encuentro con Cristo en una vida de oración personal y comunitaria, en la escucha diaria de la Palabra, del encuentro con los hermanos y hermanas" y les advirtió: "No se unan a los profetas de desgracias que tanto mal hacen a la Iglesia y a la vida consagrada, no cedan a la tentación del ?adormilamiento? ?como los apóstoles en Getsemaní? y de la desesperación".
Por último el papa Francisco les agradeció "por lo que son, por lo que hacen y por cómo lo hacen" y las encomendó a "María nuestra Madre las proteja con su mirada, y el Señor las bendiga y les muestre su Rostro, les conceda paz y misericordia".+
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