Mons. Martínez Perea llamó a encomendarnos "como niños pequeños a Nuestra Madre"

  • 15 de mayo, 2017
  • San Luis (AICA)
En ocasión del centenario de las apariciones de Nuestra Señora de Fátima, y de la canonización de los pastorcitos Jacinta y Francisco Marto, celebrada por el Papa el sábado en Portugal, la diócesis de San Luis se unió a los festejos de la Iglesia. En una celebración eucarística presidida por el obispo, monseñor Pedro Daniel Martínez Perea, la Iglesia puntana se consagró a los pies de la imagen peregrina de la Virgen de Fátima.
En el marco del Jubileo propuesto por el papa Francisco en ocasión del centenario de las apariciones de Nuestra Señora de Fátima, en Portugal, la diócesis de San Luis renovó su consagración al Inmaculado Corazón de María el 13 de mayo, día de Nuestra Señora de Fátima, en una celebración eucarística presidida por el obispo de San Luis, monseñor Pedro Daniel Martínez Perea. La consagración fue ante una imagen peregrina de la Virgen, traída desde Portugal, que fue recibida en la plazoleta del Jubileo de la ciudad de San Luis, desde donde partió en una multitudinaria caravana hacia la catedral Inmaculada Concepción, donde monseñor Martínez Perea presidió la misa. En su homilía, el obispo expresó su admiración por la gran devoción por María que tiene el pueblo puntano. Ejemplo de ello fue la multitudinaria caravana que acompañó a la imagen de la Virgen por las calles. "El testimonio de multitud de fieles habla por sí solo. Esta imagen es presencia de la Madre de Dios, y cada uno de nosotros hoy se siente conmovido: ¡San Luis vibra al unísono por la Virgen María!", exclamó Monseñor Martínez Perea. El pastor manifestó que "la Virgen de Fátima es el recuerdo y la presencia del amor de Dios por nosotros que exige una respuesta personal y social de conversión y oración", y recordó que "la Virgen de Fátima nos hizo presente el misterio del amor de Dios, que quiere nuestra felicidad eterna. Ella nos enseña a Jesucristo, camino, verdad y vida. Ella nos llama a la conversión personal y social para que Cristo reine", destacó el obispo. El prelado explicó que la Virgen de Fátima nos trajo un mensaje de esperanza: "Al final, mi corazón inmaculado triunfará, nos enseñó la Virgen de Fátima, a cambio que oremos por la conversión de los pecadores. ¡Recemos el santo rosario en familia, que ella no se deja ganar en generosidad!", animó el obispo. Para finalizar, monseñor Martínez Perea pidió que "nos encomendemos como niños pequeños a nuestra Madre", y que "junto a su pecho escuchemos el latido del amor que ella siente por San Luis". Al finalizar la santa misa, Monseñor Martínez Perea renovó la consagración de la Diócesis de San Luis al Inmaculado Corazón de María. Todas las parroquias de la diócesis de San Luis se unieron a su Pastor en la celebración eucarística y consagración a la misma hora. De modo especial, se realizaron procesiones y festejos en capillas y parroquias de los diversos decanatos que están dedicadas a esta advocación como la parroquia Nuestra Señora de Fátima de San Luis, Nuestra Señora de la Paz de la ciudad de La Punta, Capilla Virgen de Fátima`, de Piedra Blanca, Merlo, y capilla Virgen de Fátima de barrio El Criollo, Villa Mercedes.+