Mons. Conejero Gallego: "Servir, amar y empeñarse por construir la paz y la fraternidad"

  • 12 de mayo, 2017
  • Formosa (AICA)
El obispo de Formosa, monseñor José Vicente Conejero Gallego, afirmó que "creer en Jesucristo, muerto y resucitado y vivir como Él y para Él, implica adoptar su modo y su manera de ser y de obrar: servir, amar y empeñarse por construir la paz y la fraternidad universal", y pidió que este tiempo pascual contribuya a "transformar e instaurar un nuevo orden en la Iglesia y en el mundo, en conformidad con el designio de Dios".
El obispo de Formosa, monseñor José Vicente Conejero Gallego, recordó que la Iglesia ora a Dios para que "los frutos del misterio pascual permanezcan en nuestros corazones, frutos que iluminan y dan sentido a nuestra vida y a la historia de la humanidad". "El perdón de nuestros pecados por la preciosa sangre derramada por Aquél que se entregó en favor nuestro, y la esperanza viva de la Vida eterna, nuestra herencia; además también, la paz, que nada ni nadie podrá arrebatarnos jamás, y la alegría de saber que podremos estar y vivir con Él para siempre, por toda la eternidad", detalló en su editorial en el periódico diocesano Peregrinamos. Tras preguntar qué pide a cambio el Señor por todo esto, precisó: "La fe y la confianza en Él, en su Palabra; el llevar, desde ahora, una vida nueva en conformidad con la voluntad de Dios y ser testigos de su Resurrección" y exclamó: "¡Qué grandeza incalculable la de Dios, qué inagotable su paciencia, qué inmenso su amor!" "La alegría y la esperanza, en este tiempo pascual, predominan en nosotros, aún a pesar de la violencia, las graves tensiones bélicas entre las naciones y las ambiciones de poder. Los pueblos se agitan, algunos anhelando la paz y la justicia social; otros, ostentando la fuerza de su poderío armamentístico y de querer ejercer su dominio sobre los demás. Sin embargo, creer en Jesucristo, muerto y resucitado y vivir como Él y para Él, implica adoptar su modo y su manera de ser y de obrar: servir, amar y empeñarse por construir la paz y la fraternidad universal", destacó. Monseñor Conejero Gallego pidió a Dios que las múltiples y atrayentes jornadas y actividades del mes sobre la familia, los jóvenes, las vocaciones o las comunicaciones, contribuyan a "transformar e instaurar un nuevo orden en la Iglesia y en el mundo, en conformidad con el designio de Dios".+ » Texto completo de la editorial