"No nos asustan las resistencias", aseguró uno de los cardenales del C9
- 5 de mayo, 2017
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Buenos Aires (AICA)
"A nosotros no nos asustan las resistencias, porque hay en Roma estructuras que datan del Concilio de Trento o del Concilio Vaticano I, que han creado algunas costumbres. Costumbres que no se equiparan con lo que el papa Francisco quiere: una Iglesia simple y cerca de la gente. Por eso siempre habrá resistencias", aseguró el cardenal Laurent Monsengwo Pasinya, arzobispo de Kinshasa y uno de los nueve cardenales que asesora al papa Francisco en la tarea de reforma de la Curia Romana, en una entrevista con AICA.
El cardenal Laurent Monsengwo Pasinya, arzobispo de Kinshasa y uno de los nueve cardenales que asesora al papa Francisco en la tarea de reforma de la Curia Romana, aseguró que a los purpurados que integran el G9 no les "asustan las resistencias" y destacó el método de trabajo que tiene el pontífice para encarar los cambios.
"Podemos decir que el trabajo de la reforma no lo hacemos nosotros solos, sino que lo hacemos junto con la Curia Romana, pero hay gente que está fuera del sistema y no quiere interesarse", sostuvo en una entrevista concedida a AICA.
Al pedirle que haga un balance del pontificado de Jorge Bergolio, el cardenal Pasinya respondió: "El Papa sabe dónde va. La reforma es valiosa e importante. Tomando la imagen del Papa que vive en Santa Marta, junto con obispos y sacerdotes, está dando la imagen de un pastor que está junto a las ovejas, como hacía acá en Buenos Aires".
"El Papa quiere una Iglesia simple, Iglesia cercana a los cristianos, una Iglesia a la escucha de la persona. No es para juzgar a sus antecesores, sino destacar que Francisco es un pastor que está cerca de la gente", subrayó.
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El purpurado congoleño junto al fundador de Fasta, Aníbal Fosbery
-¿Qué lo trajo a la tierra natal del papa Francisco?
-Es la primera vez que estoy aquí en la Argentina, he venido por invitación del fundador de Fasta, el padre Aníbal Fosbery, quien estaba ya en comunicación con varios de mis sacerdotes. Y por medio de estos sacerdotes he conocido Fasta. Por eso decidí contestar positivamente a esa invitación. El país me impresiona mucho. Me dio la impresión de ser un país verdaderamente desarrollado y, seguramente, no será la última visita.
-¿Qué le sorprendió del trabajo evangelizador de un movimiento argentino en el Congo?
He visto que tiene una agenda útil, lo que están haciendo tiene mucho sentido, y creo que con el padre (Maurice) Matata y otros sacerdotes es valorable la misión de Fasta. Ahora que conozco más el movimiento, pienso que hay formas de poner juntos la energía para que hagamos algo importante y útil".
-¿Es riesgosa la tarea evangelizadora en un país que sufre la violencia y donde los cristianos son perseguidos?
Naturalmente llama la atención los hechos de último momento, pero el Congo no ha sido siempre así, a pesar de las dificultades. Pero en el último tiempo, con la muerte de un personaje importante de la política, se han exacerbado las cosas. Hay gente que ha exagerado las situaciones, pero esto no impide al Congo seguir su tarea de evangelización, aunque sea difícil.
-¿Por qué África es considerado el continente de la esperanza?
Esto empezó con el papa Juan Pablo II diciendo que África es un continente de esperanza, siguió con Benedicto XVI diciendo que es el pulmón espiritual del mundo, y terminó con el papa Francisco afirmando que África puede aportar mucho. No obstante, ha denunciado también lo que está pasando en estas tierras, por eso ha postergado su viaje al Congo. Pero sigue viajando, ha estado recientemente en Egipto y también estuvo en Uganda.
-¿Cómo evalúa la reforma que encaró el Papa con el asesoramiento del G9 que usted integra y los cambios en los medios del Vaticano?
Hay muchos avances en el trabajo del G9 y particularmente con los medios de comunicación, se está apostando mucho a que la Iglesia no gaste dinero innecesario en ellos, sino que sean útiles y aprovechables por muchos. Los países de Europa ya desarrollados no necesitan radios de Onda Corta y FM. En África sí lo necesitamos, por ejemplo para escuchar Radio Vaticano. Se está trabajando para que el desarrollo de los medios de comunicación de la Iglesia no sea provechoso sólo para los países europeos, sino que integre las dificultades de los países en desarrollo.
Es elogiable el trabajo (del prefecto de la Secretaría para la Comunicación del Vaticano) monseñor Dario Eduardo Viganò y de monseñor Lucio Adrián Ruíz (argentino y secretario del mismo organismo).
En el futuro, la Iglesia piensa en la evangelización de los que están lejos, afuera, por ejemplo en el Extremo Oriente o China, por eso se está trabajando en sistema de Onda Corta, y pensar siempre en lo que puede alcanzar a la mayor gente posible.
-¿Hay resistencia a las reformas encaradas por el Papa?
La reforma de la Secretaría de la Economía es otra parte importante, y ha tenido mucho éxito. Esta reforma es valiosa y tiene su sentido. A nosotros no nos asustan las resistencias, porque hay en Roma estructuras que datan del Concilio de Trento o del Concilio Vaticano I, que han creado algunas costumbres. Costumbres que no se equiparan con lo que el papa Francisco quiere: una Iglesia simple y cerca de la gente. Por eso siempre habrá resistencias.
El Santo Padre tiene un método de trabajo. El G9 hace propuestas al Santo Padre, a las que llegamos por consenso, y luego el Papa las envía a los dicasterios concernientes. Los dicasterios examinan esas propuestas y las reenvían con sugerencias, que nosotros analizamos. Podemos decir que el trabajo de la reforma no lo hacemos nosotros solos, sino que lo hacemos junto con la Curia Romana. Pero hay gente que está fuera del sistema y no quiere interesarse.
-¿Tras el Año de la Misericordia se habló de la posibilidad de que el Papa convocara a un nuevo Concilio?
-Yo nunca escuché eso.
-¿Qué balance hace de estos primeros años de pontificado de Jorge Bergoglio?
-El Papa sabe dónde va. La reforma es valiosa e importante. Tomando la imagen del Papa que vive en Santa Marta, junto con obispos y sacerdotes, está dando la imagen de un pastor que está junto a las ovejas, como hacía acá en Buenos Aires. El Papa quiere una Iglesia simple, Iglesia cercana a los cristianos, una Iglesia a la escucha de la persona. No es para juzgar a sus antecesores, sino para destacar que es un pastor que está cerca de la gente.+