Mons. Martínez llamó a dar respuestas con misericordia

  • 24 de abril, 2017
  • Posadas (Misiones) (AICA)
El obispo de Posadas, monseñor Juan Rubén Martínez, presidió las fiestas patronales de Jesús Misericordioso en la parroquia del barrio Itaembé Miní, de la capital misionera, donde destacó que la familia es "cuna de la misericordia". "La marginalidad, la tristezas, la soledad exige de nosotros una respuesta con misericordia, que se convierte en el antídoto a la indiferencia, creemos en la vida, creemos que el amor gana, estos son actos concretos, Dios nos ama y eso es lo que debemos de transmitir", subrayó.
El obispo de Posadas, monseñor Juan Rubén Martínez, presidió las fiestas patronales de Jesús Misericordioso en la parroquia del barrio Itaembé Miní, de la capital misionera, donde destacó que la familia es "cuna de la misericordia". La misa fue concelebrada por el rector del Seminario Diocesano Santo Cura de Ars, presbítero Sebastián Escalante, el párroco presbítero Miguel Ángel Moura y el vicario, presbítero Federico Benchaski. "Es una alegría estar compartiendo la Eucaristía, con un especial y gran gozo en estos tiempos pascuales. Tenemos la certeza de la esperanza de la resurrección de la Pascua y con esta comunidad en sus fiestas patronales de Jesús Misericordioso", subrayó. "Qué bueno es celebrar el amor de Dios", aseguró, y agregó: "La misericordia, es amor, es la experiencia que se hace operativa en acciones. Deberíamos preguntarnos ¿Cómo vivimos este tiempo pascual los cristianos?". "Tenemos que realizar la experiencia de Jesucristo, crucificado y resucitado, aquí en la parroquia podemos ver a Cristo, que desde ahora lo llamaremos ?Cristo de la Misericordia?, quien padeció por amor, y nosotros estamos llamados a ser testigos y evangelizadores, como pueblo de Dios todos tenemos la experiencia viva de Jesús, y por eso debemos poner el corazón en todo lo que hacemos", afirmó. "Nadie puede lavarse las manos, bajar los brazos, somos testigos que es posible mejorar, que claudica aquel que no es cristiano, queremos estar de pie porque creemos que el amor es misericordia, como vemos también tantas situaciones desagradables pero es allí donde debemos recordar la respuesta pascual, la unión de Jesús en la cruz, no estamos alejados de la marginalidad, tristezas, soledad y exige de nosotros una respuesta con misericordia, que se convierte en el antídoto a la indiferencia, creemos en la vida, creemos que el amor gana, estos son actos concretos, Dios nos ama y eso es lo que debemos transmitir", agregó. Por último, monseñor Martínez señaló que "la misericordia es concreta, y en este segundo domingo de Pascua, podemos decir Creo en Dios, y en nuestro corazón como pueblo de Dios, podemos llegar a la misericordia que sana, pedir a Jesús seguir teniendo fe y que podamos creer realmente en el amor".+