El obispo de Gregorio de Laferrere, monseñor Gabriel Barba, visitó el domingo 2 de abril el refugio San Eugenio, de la localidad bonaerense de Virrey del Pino, que cumplió diez años asistiendo, acompañando e integrando a jóvenes en situación de calle o víctimas las adicciones. El prelado celebró misa, destacó esta obra inaugurada por los sacerdotes Misioneros Oblatos de María Inmaculada, y alentó a los jóvenes que llegan allí a seguir siendo un "faro de luz" para el barrio, irradiando esperanza y vida a tantos otros que lo necesitan.
El obispo de
Gregorio de Laferrere, monseñor
Gabriel Barba, visitó el domingo 2 de abril el refugio San Eugenio, de la localidad bonaerense de Virrey del Pino, que cumplió diez años asistiendo, acompañando e integrando a jóvenes en situación de calle o víctimas de las adicciones.
Los jóvenes de "El Refu", muchos marcados por situaciones de violencia y desamparo, destacaron la contención que reciben en ese lugar al que consideran la "segunda familia".
"Llegamos allí, la mayoría, por un amigo/a que nos invitó a jugar algún deporte o atraídos por un taller, queriendo ser scout, por la música... etc. Enseguida notamos la diferencia porque te tratan bien, hay un ambiente de alegría y seguro que alguien te recibe con un abrazo, te pregunta cómo estás o te das cuenta que te tienen paciencia, cuando llevamos lo mal aprendido allí", contó uno de los jóvenes en la página diocesana de Facebook.
"Desde que llegamos hemos tenido experiencias inolvidables: paseos, convivencias, retiros espirituales, torneos deportivos, misiones en el norte del país etc. No sabés cómo se empezó a abrir nuestro pequeño mundo del kilómetro 35", agregó.
Asimismo, agradeció al grupo de personas que los acompañan en el refugio, muchos de los cuales, han salido de situaciones similares a las de ellos, pero "decidieron avanzar, apostar por un futuro mejor con la ayuda de Dios".
"Nosotros les llamamos ?animadores? y te puedo asegurar que nos animan, ellos dedican su tiempo y se ponen a nuestro servicio, incluso sus vacaciones para estar con nosotros", sostuvo, y recordó que "El Refu" está abierto de lunes a lunes.
El refugio fue abierto hace diez años por los sacerdotes Misioneros Oblatos de María Inmaculada, inspirados en San Eugenio de Mazenod, fundador de la congregación, quien decía: "Lleven a los hombres a sentimientos humanos, luego cristianos y finalmente ayúdenles a ser santos".
Los jóvenes agradecieron la visita de monseñor Barba, a quien reconocen como un pastor "muy cercano", y señalaron que el prelado los alentó a seguir siendo un "faro de luz" para el barrio, irradiando esperanza y vida a tantos otros que lo necesitan.+