Mons. Canecin: "El termómetro de mi apertura a Dios es mi hermano"

  • 21 de marzo, 2017
  • Goya (Corrientes) (AICA)
El obispo de Goya, monseñor Adolfo Ramon Canecin, exhortó a tomar en serio la Cuaresma, al pedir que se adopten actitudes que vayan más allá de la abstinencia de la carne y se traduzcan en "salir al encuentro del otro". Advirtió sobre los datos "alarmantes" del último informe de la Universidad Católica Argentina (UCA) sobre pobreza e indigencia, e hizo un llamado a "salir al encuentro del hermano que no puede parar la olla". "El termómetro de mi apertura a Dios es mi hermano", sostuvo en su mensaje cuaresmal.
El obispo de Goya, monseñor Adolfo Ramon Canecin, exhortó a tomar en serio la Cuaresma, a adoptar actitudes que vayan más allá de la abstinencia de la carne y que se traduzcan en "salir al encuentro del otro". El prelado se refirió también los datos del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) sobre la situación de la Argentina, a los que consideró "confiables" y "alarmante", e hizo un llamado a "salir al encuentro del hermano que no puede parar la olla". "El Papa nos ha regalado un lindo mensaje con un contenido muy profundo: la palabra es un don, el otro, el hermano es un don. Qué lindo que podamos conseguir el mensaje del Papa, que podamos leerlo, meditarlo a lo largo de la Cuaresma", destacó. "Quiero invitar a todos a que tomemos en serio la Cuaresma, y lo que nos ayuda a tomar en serio la Cuaresma es lo que la Iglesia enseña: la oración, que vivamos con mayor profundidad, con más tiempo la oración, centrada en la palabra de Dios que no pasa", sostuvo el obispo que se apresta a cumplir su segundo aniversario episcopal el próximo 25 de marzo. "Por lo tanto, hagamos mucha oración personal, conyugal, comunitariamente, partiendo de la palabra de Dios, por eso el mensaje del Papa: la palabra es un don, si la vivimos nos remite al hermano, el otro es un don, ahí viene la segunda actitud que es el ayuno conversión, el ayuno que no es privarme de cosas materiales pero eso de lo que me privo debe traducirse en solidaridad, en generosidad para salir al encuentro de mi hermano, el otro es un don, que el ayuno lleve a la conversión, que se traduzca en una actitud diferente hacia el hermano, superando la indiferencia en todos los órdenes y la tercera actitud es la limosna, la caridad, frente a una situación de extrema pobreza", subrayó. "En nuestra patria nos urge que si oramos en serio y ayunamos en serio nuestra vida debe abrirse en una actitud de limosna, caridad que no es dar lo que me sobra, lo que no necesito, limosna que es dar hasta que duela, darme a mi mismo, que es saber compartir, que es hacer al otro lo que me gustaría que me hagan", agregó. Al referirse al ayuno cuaresmal, monseñor Canecin afirmó: "Esas normas de la iglesia que durante mucho tiempo se tuvo y siguen vigentes se tradujeron en cultura, que para mucha gente la Cuaresma es abstinencia de carne, en hacer el chipa o la sopa paraguaya, para muchos se tradujo solo en eso", y aclaró "eso en si no está mal", pero hay que seguir haciéndolo "toda esa abstinencia en los alimentos tiene que llevarme a la conversión en el corazón, ¿y cuándo me abro a Dios?" El obispo goyano insistió en afirmar que "el termómetro de mi apertura a Dios es mi hermano, el otro es un don", y enfatizó: "La Cuaresma tiene que llevarme al hermano". "Jesús remite al prójimo, al hermano, la religión cristiana para ser autentica pasa por el hermano concreto, no puedo amar a Dios si no amo al hermano concreto, este hermano que no puede parar la olla, que tengo que salir al encuentro, eso yo lo aplico a mí mismo, esta va a ser la auténtica Cuaresma y esto va a desembocar en la Pascua. La resurrección será una nueva relación más sana, más humana, cercana, superando las desigualdades, estas brechas enormes entre algunos que tienen demasiado y muchos que cada vez tiene menos, por aquí tiene que ir la Cuaresma para que llegue la Pascua", concluyó.+