Mons. Radrizzani anunció nuevos destinos pastorales

  • 27 de febrero, 2017
  • Mercedes (Buenos Aires) (AICA)
El arzobispo de Mercedes-Luján, monseñor Agustín Radrizzani SDB, dio a conocer los cambios que se efectuarán en las parroquias de la arquidiócesis y compartió algunas reflexiones en ocasión del tiempo de Cuaresma, próximo a comenzar.
Monseñor Agustín Radrizzani SDB, arzobispo de Mercedes-Luján, dio a conocer las modificaciones que se llevarán a cabo en algunas parroquias y que afectan a ocho sacerdotes de la arquidiócesis. El presbítero Carlos Augusto Dayraut, quien presentó la renuncia a la parroquia por su edad, acompañará a los ancianos del hogar de Junín como capellán. El presbítero Alberto Gagliano, seguirá en la comunidad de Alberdi, y acompañará también a la comunidad de Alem. El presbítero Antonio Roberto Giovanettone acompañará a la comunidad de Vedia. El presbítero Lucas Javier García trabajará, a partir de septiembre, en la basílica Nuestra Señora de Luján. El presbítero Oscar Mentimurro realizará sus tareas pastorales en la parroquia Nuestra Señora del Carmen, de General Rodríguez. La comunidad de Carmen de Areco tendrá como pastor al presbítero Ricardo Rodríguez. Por un reiterado pedido del obispo de Arezzo (Italia), monseñor Riccardo Fontana, el presbítero José Salgado continuará su ministerio en Italia. El presbítero Domingo Soria, por su parte, continuará acompañando como párroco a la comunidad de Navarro. El arzobispo agradeció la disponibilidad de los sacerdotes para aceptar los cambios propuestos, que se harán efectivos durante la próxima octava de Pascua. Con motivo del tiempo de Cuaresma, próximo a comenzar, monseñor Radrizzani compartió unas reflexiones del papa Francisco para meditar sobre la parábola del pobre Lázaro y el hombre rico, destacando "la realidad de que el otro, el prójimo, es un don para cada uno de nosotros". La primera invitación que nos hace la parábola, explica el Papa y reitera el prelado, es a "abrir las puertas de nuestro corazón". El Santo Padre recuerda que "la codicia es la raíz de todos los males", y considera la Cuaresma como "un tiempo propicio para renovarse en el encuentro con Cristo vivo en su Palabra, en los sacramentos y en el prójimo". Monseñor Radrizzani finalizó deseando que "esta Cuaresma nos renueve a todos en esta apertura a los hermanos, en modo especial a los necesitados".+