Coronavirus: Al Papa le preocupa "el día después"

  • 24 de marzo, 2020
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
El papa Francisco fue entrevistado por el periodista español Jordi Évole

Además de la solución de la emergencia sanitaria relacionada con la pandemia del coronavirus, por la que invita insistentemente a rezar, el papa Francisco está preocupado también por las consecuencias económicas.

El lunes ofreció la misa por las familias que dejaron de tener ingresos, y esta semana se reunirá con el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral para prepararse para «el día después». Entrevistado por el periodista español Jordi Évole hizo un llamado a los empresarios a no abandonar a sus empleados durante la crisis: “el ‘sálvese quien pueda’ no es solución”, expresó.

El pontífice ya había compartido esta inquietud hace unos días, en una entrevista con la agencia argentina de noticias Télam publicada el sábado, en la que reconocía estar «muy preocupado» por los efectos que la pandemia del coronavirus puede tener sobre el mundo del trabajo a nivel mundial. «Tenemos que pensar que será un poco como después de una guerra», señaló.

En la misma conversación telefónica, el Santo Padre anunciaba que esta semana iba a reunirse con la cúpula del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral «para empezar a estudiar medidas para el día después de la pandemia».

Se trata de esbozar la reacción de la Iglesia ante una realidad que pondrá de manifiesto –continuaba Francisco en la entrevista– «lo importante y decisiva que es la fraternidad universal». «Ya no estará el otro, sino que estaremos nosotros, porque solo podremos salir de esta situación todos juntos». Algo que ya se está pudiendo ver en «las formas de solidaridad» que se están viendo a nivel mundial entre algunos países.

Sin esperar a las propuestas que puedan salir del encuentro de los próximos días con el dicasterio que dirige el cardenal Peter Turkson, el Vaticano ya anunció al comienzo del confinamiento en Italia que rebajaría el alquiler a los negocios instalados en edificios de su propiedad como tiendas, bares y restaurantes.

También en otros lugares de Italia la Iglesia está dando pasos en esta dirección. Uno de ellos es Milán, donde la arquidiócesis constituyó, en colaboración con la Municipalidad, el Fondo San José. Con él se espera «expresar nuestra cercanía y ofrecer un rápido socorro a los que por la epidemia no tienen ninguna forma de sustento», explicó el arzobispo, monseñor Mario Enrico Delpini, en el portal web diocesano.

El fondo, con una dotación inicial de dos millones de euros, constató EFE, será gestionado por el Fondo Familia y Trabajo de Cáritas Ambrosiana. La Municipalidad se comprometió a aportar otros dos millones, procedentes de fondos públicos y donaciones recibidas en estas semanas.

«Milán tiene un gran corazón y en las dificultades siempre lo demostró con fervor", destacó el alcalde, Giuseppe Sala. "Es nuestro deber hacer nuestra parte como administradores, para ayudar a los muchos milaneses a los que la grave crisis del coronavirus afectó también en el aspecto laboral y económico".

Las ayudas a cargo de este fondo se distribuirán, entre otros, a personas que hayan dejado de trabajar a causa de las medidas públicas de confinamiento desde el 1 de marzo, a empleados temporales a los que no se les renueve el contrato, a trabajadores precarios y a autónomos.

El “sálvese quien pueda” no es solución
Entrevistado por el periodista español Jordi Évole, para su programa televisivo transmitido el domingo 22 de marzo, el papa Francisco hizo un llamado a los empresarios a no abandonar a sus empleados durante la crisis causada por el coronavirus: “el ‘sálvese quien pueda’ no es solución”.

El papa Francisco precisó que “las soluciones concretas las tiene que buscar cada uno en cada situación”. “Una empresa que despide para salvarse no es una solución. En este momento más que despedir hay que proteger y hacer sentir que hay una sociedad solidaria, son los grandes gestos que hacen falta ahora”, señaló.

El Santo Padre indicó que si bien puede ser que no conozca el manejo y las pérdidas económicas de las grandes corporaciones, “sé las penurias que va a pasar el empleado, el operario, la operaria, la empleada que vos vas a despedir”.

“No digo que esto sea lo bueno de la peste. No, lamentablemente todo es malo. Pero aparecen realidades y se nos pide que nos hagamos cargo de esas realidades”, dijo. +