En el retiro diocesano, Mons. Croxatto llamó a "purificar la mirada"

  • 13 de marzo, 2020
  • Neuquén (AICA)
Con la propuesta de fortalecer la experiencia de misión en la diócesis

Las distintas comunidades de Neuquén participaron el 7 de marzo del retiro diocesano, una instancia de encuentro dirigida a fortalecer la experiencia de misión en la diócesis.

La propuesta fundamental de la diócesis para el 2020, Año Mariano Nacional, es el testimonio y el anuncio de Jesucristo, rasgo que hace a cada comunidad responsable de las demás comunidades: “Cada comunidad para todas las comunidades”.

El camino pastoral plantea que todos los cristianos puedan hacer la experiencia de salir al encuentro de todos los seres humanos para mostrarles la belleza del Evangelio que llena de vida y cambia la vida: “Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia”.

Con ese objetivo, se propone la formación de una comunidad de discípulos: “Si lo hacemos solos, tal vez no sea al modo de Jesús, que nos mandó de dos en dos. Queremos que cada comunidad sienta responsable de todas las comunidades. No sólo somos responsables de nuestra comunidad, sino que también tenemos que estar abiertos a las demás”, plantearon.

En este Año Mariano, animan a “dejarnos conducir por la Virgen María para que nuestro trabajo pastoral se deje inspirar por su ejemplo” y recuerdan: “María es la discípula del Señor que nos muestra el camino del discipulado. María escuchó la palabra y la puso en práctica. Ese es el camino que queremos recorrer”. Para ello, establecieron tres instancias de encuentros y motivación de la pastoral diocesana”.

Durante el retiro diocesano, trabajaron iluminados por un texto de Gaudete et Exsultate, la exhortación del papa Francisco.

La misa de cierre estuvo presidida por el obispo de Neuquén, monseñor Fernando Croxatto, que en su homilía animó a continuar trabajando en las comunidades sobre los puntos tratados en el retiro.

“Si quiero escuchar a Jesús tengo que alimentarme con su Palabra”, señaló el prelado. “Escuchando a Jesús, yo puedo purificar mi mirada interior, que es lo que nos cuesta purificar hoy”, añadió. En ese sentido, animó a “quitarnos lo que se nos va pegando” y que no nos deja ver la realidad, para poder mirar bien lo que acontece a nuestro alrededor, las situaciones, las luchas, los desafíos.

“No nos podemos quedar adentro, no nos podemos quedar encerrados. Tenemos algo que compartir, algo que decir, algo con que entusiasmar a los demás”, aseguró el obispo. “¡Qué lindo compartir nuestros tesoros, nuestra alegría!”, exclamó, y pidió al Señor que purifique las miradas para poder ver “dónde tenemos que estar hoy”.+