Francisco: "Dar de comer al hambriento, imperativo ético para la Iglesia"

  • 19 de octubre, 2016
  • Ciudad del Vaticano
El papa Francisco advirtió este miércoles en la audiencia general que "la fe sin obras, es fe muerta", y citó al papa emérito Benedicto XVI para subrayar que -dar de comer a los hambrientos es un imperativo ético para la Iglesia-. "La experiencia del hambre es dura. Sólo lo saber los que han pasado por tiempos de guerra y de carestía, pero conviven al lado de la abundancia y del despilfarro", aseveró ante miles de peregrinos en la Plaza San Pedro del Vaticano-
El papa Francisco advirtió este miércoles en la audiencia general que "la fe sin obras, es fe muerta", y citó al papa emérito Benedicto XVI para subrayar que "dar de comer a los hambrientos es un imperativo ético para la Iglesia". "La experiencia del hambre es dura. Sólo lo saber los que han pasado por tiempos de guerra y de carestía, pero conviven al lado de la abundancia y del despilfarro", aseveró ante miles de peregrinos en la Plaza San Pedro del Vaticano. El pontífice recordó que "hay situaciones de necesidad entre nosotros que requieren una respuesta inmediata y urgente, por ejemplo, dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento; ambas son obras de misericordia corporales". "Es muy dura la experiencia del hambre y la sed, y desgraciadamente es una realidad actual y cercana a nosotros. Cada día encontramos personas que sufren estos males y necesitan nuestra ayuda", sostuvo. Francisco indicó que "Jesús nos enseña a responder a estas necesidades con su ejemplo, y nos recuerda que ?él es el pan de vida? y ?quien tenga sed venga a mí?. Él mandó a sus discípulos que dieran de comer a la multitud, pero ellos sólo tenían cinco panes y dos peces. Jesús pronunció sobre estos la bendición y los partió, y al distribuirlos, todos quedaron saciados". "Su ejemplo nos interpela y nos anima a reconocer que cuando damos nuestro poco al hermano necesitado se hace presente la ternura y la misericordia de Dios", concluyó. El Papa saludó después a los peregrinos de lengua española, en particular a los venidos de España y Latinoamérica, a quienes invitó a salir al encuentro de "las necesidades más básicas de los que encuentren en su camino, dando lo poco que tienen", al asegurarles que "Dios, a su vez, les corresponderá con su gracia y los colmará de una auténtica alegría".+ Texto completo.